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Mostrando entradas de enero, 2025

*Don Manchote de la Quijada*

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  Don Manchote de la Quijada no es un título para un libro, sea de aventuras o de un tratado de melecina. Miguel, te escribo seriamente esta misiva para devolverte la tuya, ya lo hablamos en prisión y no era adecuado escribir, sin corregir, cualquier cosa que te viniera a la mente, después de chupar la piel de aquellas ranitas de colores o masticar las setas pequeñitas que nos daban los moros en Oran o cuando en España te atiborrabas de los garbanzos manchegos, que te hacían ver cosas…   Te respeto y te admiro, queriéndote, por todo lo que pasamos en los tercios, en Flandes y en las prisiones que frecuentamos, pero hazme caso, como lo hiciste, poniendo a Sancho de escudero, cuando querías ponerlo de caballero.   Creo que cuando planificamos los personajes y el discurrir de la novela, lo hicimos bien y que tendrá lectores, supongo eso porque se sale de las normas de lo que hay escrito. Si la carta que te estoy escribiendo llega a tiempo, cambia el título antes de...

*La ermita*

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 L'ermita, avergonyida pel tracte rebut per l'Església i la deixadesa dels polítics, des de la humilitat de les seues faccions i la composició material, provinent de pedres de riu i terres d'alluvió, vol en la seva tranquil·la desesperació enfonsar-se i tornar a ser part de la matèria que la va edificar, mimetitzar-se amb el terra que la va engendrar, després en aquest espai sempre estarà present la seva ànima. Ella que va sentir canons i trets i precs i cants i músiques lúgubres de Setmana Santa, el Sermó de les Set Paraules i també les rialles i jocs dels petits el tercer dia de Pasqua.  Humil, filla humil de gent humil hauria d'haver rebut un tracte millor i conservar i preservar el que és per a Nules una de les Tres Joies més antigues, entre la casa de Castells, ella mateixa i el Convent per ordre cronològic, potser. No volen invertir-hi perquè no produeix ingressos ni vots, mentre l'Església va atresorant les 60.500 tones d'or pur, i els polítics estan ocup...

*La muerte*

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  Cuando caes en la cuenta de que la gente se muere, yo mismo me doy cuenta porque los que ya tenemos una edad comentamos las cosas de la muerte. Si eres más joven, parece que la cosa no va contigo. En esa época juvenil se van muriendo abuelos y vecinos mayores, después los padres y, cuando te das cuenta, ya estás en la lista de espera en primera fila, sin haberlo pedido.  No es que la muerte en sí me preocupe, porque tengo la convicción de que el que se muere no se entera de nada, ya muerto, claro. Y es que como después del óbito pienso que no hay nada, pues habría que hacer un pensamiento y viendo la media de edad en la que la gente va abandonando su estancia en este valle de lágrimas del que hablan los curas agoreros, viendo que como mucho vas a vivir mil meses, que es a lo que yo aspiro, se trataría de apretar en las vivencias de última hora, sin pasarse y que no se acaben los caudales que permitan un nivel de vida acorde a las exigencias del paladar y el cuerpo viviente q...

*Despedida de Jaime*

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 En el canto XI de la Odisea, cuando Ulises manda a sus hombres que le aten al mástil de la nave y asimismo les ordena que le taponen los oídos con cera, olvida que el canto de las sirenas, de las que quiere salir indemne, lo traspasa todo. Lo que él no podía esperar era la singular respuesta de las sirenas: El silencio, porque ante la belleza del rostro y los ojos del apolíneo Ulises, las que habían sido seductoras, se tornaban desde ese instante en seducidas. En Ulises, los ojos reflejaban lo imaginado, ya que el reflejo de lo imaginado es más bello que lo propio imaginado. Ante el cambio sustancial, muere un mito o se transforma en otro.  Lo fantástico y hermoso de contemplar una belleza que no se manifiesta, es una ficción cuyo origen oculta el mito, y la capacidad de olvidar las ilusiones propias.  Al final del camino es un simulacro para alimentar otra vez el mito.  Así de este modo, Jaime, imaginaba, sin sirenas de por medio que había hecho todo lo posible por...

*Los jovenes*

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¿A quién importan los jóvenes?  Creo que a todos y, con miras al futuro me importan a mí, aunque yo no esté en ese futuro. Ya vimos antes que estamos mundialmente sumidos en una espiral de gerontocracia. Los datos les delatan, porque efectiva e irremediablemente, por ahora, estamos regidos por viejunos, algunos ya decrépitos, otros con secretarios maquilladores que intentan ocultar las deficiencias y dificultades de sus amos, que a la vez, son los nuestros.    He elegido a diez mandatarios mundiales y dan una media de edad de 82 años. Y es esa sarta de matusalenes, los que deciden, desde su aparente nada fiabilidad mental, todo lo que ocurre globalmente y a los que los gobiernos menores rinden pleitesía y esfuerzos sublimes por complacerles.   Por eso, por los resultados, visiblemente mejorables, es por lo que yo estoy a favor de los jóvenes. Los jóvenes, con su energía, preparación y planificación de futuro, por eso y por ¿qué futuro tienen los del club de los ...

*Los viejos*

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  ¿A quién le importa un viejo?  La respuesta es clara y rasa.     A todos y a nadie, tal cual.   Al político le importa para que le vote.   Al Inserso para llenar los hoteles en temporada baja.   A los hijos para dejarles a los nietos.   A los quioscos para vender chucherías para los nietos.   Al Corte Inglés y a las tiendas para la venta de juguetes y ropa navideña.   Al director de la sucursal para meterles cualquier producto basura y achicharrarles a comisiones.  A los políticos para llenar los mítines con merienda y fanta.   A los clubes de carretera o de ciudad para sacarles la paga.   A los curas para sermonearles mientras dormitan y ver que les traigan a los nietos.   A las farmacéuticas para usarlos de conejillos de indias.   A los timadores de casa a puerta fría, para hacerles revisiones innecesarias.   A los tanatorios para crear clima de...

*Buena mar!*

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  Soy mucho de comer sepia, de la pequeña, en su tinta, la hago a la plancha, 90 segundos por cada lado, con sal gorda y luego la como con aceite de oliva virgen extra y limón; también disfruto con las galeras, creo que son endémicas en el Mediterráneo, Italia y España son las zonas de pesca, no tengo constancia de otras latitudes. Hay que saber comerlas; y como no, me gusta el paladar y la textura de los langostinos frescos, ni grandes ni pequeños, también con sal gorda y comidos al cambiar de color, calentitos, hechos al momento. Cuento esta confidencia culinaria, porque es barato comer pescado fresco y marisco, si sabes dónde, cómo y qué comprar. Me gusta tanto este tipo de comida que cuando fui estudiante de arquitectura, allá en el siglo pasado, no acabé la carrera, me quedaron en la mente los órdenes clásicos y sus esenciales, estilóbato, fuste, capitel, arquitrabe, friso y cornisa y en cuanto veo una sepia, una galera o un langostino, vienen a mi mente las partes de los órde...

*Fitur*

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  Le metieron como pudieron en la ambulancia, estaba hecho un andrajo teñido de sangre, piezas rotas de su maltrecho cuerpo estaban amontonadas en una tinaja con hielo de cubitos de los pequeños, de los que se echan al whisky on the rocks.   Comenzaron a ulular las sirenas y el conductor pensó que casi era más conveniente dirigirse a la morgue que al hospital.   Así le metieron en la ambulancia, a empujones, con calzador, como su tía lo había metido de concejal, para que a sus 45 años hiciera algo en su vida.  Era la tercera legislatura de la tía como alcaldesa y fue fácil ponerle al frente de Fiestas y gente mayor. Lo colocaron ahí porque había personal avezado en llevar el cotarro de forma loable, sin demasiados gastos, aparentemente.   Una vez metido Paco en el ayuntamiento, al llegar el mes de enero fue enviado a Fitur, la Feria de turismo, que ni renueva, ni avanza nada, ya que el turismo busca sol y playa, y beber y comer, y ver algún edific...

*Las guerras*

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La guerra es cruel, yo lo sé porque he estado en varias de ellas, al menos de pensamiento, guerras rústicas, con muchos menos medios mecánicos de los que hay ahora, y sé de la crueldad, y la falta de piedad, y la deshumanización, y el ensañamiento que se prodigaban por esos lares.  En el 50 a.c. estuve en la Guerra de las Galias, como ayudante de Julio César, y vi de cerca la estrategia militar de un poeta, dirigiendo a guerreros alocados y asesinos.   En la I Cruzada, en la conquista de Jerusalén, con artes sanguinarias de primer orden contra todos los enemigos del cristianismo, allí estuve también.   Y en 1938 en la Gran Batalla del Ebro, en el frente de Gandesa, en la Sierra de Pandols, en la confrontación entre nacionalistas y fascistas contra republicanos y comunistas, guerra cruenta sin par.  De todas ellas lo único que me importó fue salir con vida, porque el juego de la guerra es la distracción de los gobernantes, mientras manipulan los intereses pr...

*El lado brillante de la vida*

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  En la escena de la película El lobo de Wall Street, cuando Leonardo DiCaprio va arrastrándose por el suelo hacia el Lamborghini, después de haber consumido metacualona, se produce una escena plena, brillante, patética, horrorosa y sublime. Así de ese modo, pero sin haber consumido nada de nada, me arrastré yo por el suelo de mi casa en un episodio de vértigo. Me arrastré hasta la puerta para dejarla abierta para cuando llegaran a auxiliarme. Me lo pasé fatal, porque no sabía qué me ocurría exactamente. Después, ya en urgencias, analíticas y antibióticos y pinchazos, parece que me encuentre bien, porque no me hace nadie demasiado caso.  Por un instante yo creía que no había enfermedad más grande que la mía en el mundo, pero debe ser una nimiedad porque nadie, insisto, nadie me hace ni el mínimo caso. Y eso te da, te crea una sensación de que el mundo te ha dado la espalda y vas avanzando por una autopista en la que todos van a 120, y tú eres un caracol entrado en años y que t...

*La llamada*

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  Cada vez que paso cerca de la mesa, donde suelo escribir, en la esquina de la mesa, en la parte sur, geográficamente hablando, brújula en mano, donde está el cuaderno y el boli Bic, noto una fuerza de atracción, una llamada, y creo adivinar oír una voz que me dice: Ven, escribe… Y yo, que soy de escribir, casi siempre sin esquema previo, cuando le hago caso a la voz, que creo que es la voz del boli Bic, la que habla, me siento en la silla y aparece de pronto una idea, que viajaba irresponsable e indiferente por algún lugar de mi cabeza, y en unas treinta líneas me sorprendo al leer el resultado, que yo nunca hubiera sospechado que fuera a ser ese.   Un día, con tiempo y ganas, tengo que hacer un catálogo de lo que llevo escrito: lugares geográficos, temas, personajes reales e inventados, casos reales e ideales. Así van las cosas, mientras leo que murió ayer un ensayista francés, Kahn, que además de fundar una revista y ser corresponsal en cinco guerras diferentes, en sus pri...

*Mi deseo*

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  El día que te decidas a quererme, el día que me quieras y decidas decírmelo, ese día, hazme una señal, una ligera insinuación, y si la percibo, a buen seguro que iré, aunque tal como ando de tiempo, no deberías tardar demasiado, iré a donde, cuándo y como digas, la mañana, la tarde o la noche son apropiadas para mí y el calor o el frío, tanto da, o la lluvia o el viento, del mismo modo no me importará que sea en cualquiera de las cuatro estaciones.  No tengas dudas respecto a mi disposición, porque es lo único que deseo y que me queda por hacer, y esto es que tengas lo que me dijiste, no hace mucho que echabas en falta. Estoy preparado, solo di algo y ahí estaré…   Y si por el contrario, para mi desdicha, decidieras no decir nada, yo lo aceptaré y desearé, con todas las fuerzas que sea capaz de reunir, que todo lo que te pueda ocurrir sea bueno, y abundante, y que te resarza de lo que deseaste y no pudiste obtener en el pasado.    Eso te deseo, eso, deseo...

*La calle olvidada*

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Cuando llegó al final de la calle, donde hace curva a la derecha, se volvió para mirar. ¿Por última vez? el número 52, donde vivió doce o catorce años, no lo recordaba con seguridad. ¿Para qué?.  Miró y ya no se distinguía el portal, no echó de menos, ya nunca más, aquel espacio que sirvió de cobijo, un tiempo nada alegre de su vida.  Pasó por delante de la tahona, donde la dependienta, guapa y esbelta, que provocaba en él sentimientos lividinosos, ella le soltó su acostumbrado saludo preñado de una sonrisa inmensa, eso le alegró el día desde ese momento.  Sería posible, tal vez, que algún día volviera allí, solo para verla a ella sin reparar en el entorno. De pronto le vino a la cabeza aquel día de junio, en el parque, donde él, sin que ella le viera, le envió un ramo de flores que vendía una gitana rumana y dejó pagada la cuenta de la consumición. Fue gracioso, ver como ella miraba y miraba a todos lados, buscando a quién había sido. Ese día ella llevaba una faldita aju...

*Amores tardíos*

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  Estuve en Valencia en casa de una amiga que me convocó para una reunión. Reunión que yo había ido aplazando por diversos motivos, que no vienen al caso. La cuestión es que pasadas las fiestas de fin de año me decidí a ir.   Mi amiga, la llamaré Cris, aquí, para referirme a ella, lo es desde que teníamos unos quince años, yo soy algo mayor que ella. Siempre ha tenido mucho cuidado de su salud y de su cuerpo a base de gimnasios, masajes, piscinas y caminar y comer poco y bien, y cremas y aceites diversos. En conjunto su cuidado le ha proporcionado un cuerpo juvenil de firme consistencia. Es además educada y leída y viajera empedernida.   Me llevó a Civera, como cada vez que he ido a verla, donde debe tener acciones por la forma como la tratan. Comimos poco y bien, como es su costumbre, y después del café, fuimos a su casa en los aledaños de la calle San Vicente. Un piso dúplex confortable, bien montado y espacioso, lo clásico y lo moderno se conjugan y mezclan c...

*Bondad*

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Cuando lo que creíamos imprescindible va sobrando, porque sobrará, ya lo verás, y lo inolvidable se olvida, porque no lo dudes, verás cómo se olvida, entonces estaremos tocando suelo y el tiempo lo irá curando todo, los hechos pasarán y nosotros nos quedaremos, presos o confortados con nuestras vivencias.  Esa intangibilidad eternizará la bondad de nuestro pasado y, gracias a la famosa magdalena de Proust, mojada en el té, nuestro cerebro nos ofrecerá la recompensa de lo bueno de los años jóvenes y vigorosos, cuanto más nos hagan falta las fuerzas para vivir.   A mí me escribieron frases como “It’s hard to walk with the devil on your back“... Que si no sabes inglés, mejor que no te lo traduzca.  Y con esto, la Magdalena de Proust es un lastre complicado de conjugar con vivir y ser feliz, a no ser que aprendas frases o rezos como los que maneja el obispo, que le ahuyentan de las neuronas el sentimiento de culpabilidad y le sume en una espiral de placer onírico, lejos ...

*Divertimentos*

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  Cuarenta años después de ser víctima del método de escoger a la gente para hacer las tareas en la mili, un sistema que ponía en práctica un cabo primero chusquero, con la distinción militar de las mangas, que ostentaba orgullosamente.  El método consistía en pedir a la tropa: ¿quién sabe música?… Y yo, creyendo que me libraría de trabajos pesados o incómodos, porque sabía música, levantaba el brazo y el infame suboficial, riendo como el poseso que era, me decía: ¡coge un cubo y un trapo y a las letrinas…! Bisoñez por mi parte, y porte adecuado a su información por la suya. Él había triunfado en su esquema mental de cuasisemiesbosquejo de hombre y yo pasaba un día más y quedaba un día menos para irme de aquella mili mata ideas y crea contrarios. El tiempo todo lo madura y lo cura y lo aparta al rincón del olvido, cuando lo que ocurrió no te satisface en absoluto… La mili no me satisfizo y solamente recuerdo lo joven que era en aquel tiempo.  He dicho que cuarenta años, a...

*Sant Antoni*

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  Le conocía todo el mundo por su talante simpático, trabajador, honrado y cabezón… Pepe le llamaban unos, otros solo utilizaban su apodo que venía de antiguo, y yo le llamaba José con acento, me parecía adecuado para él por un tío común que así le llamaban, con acento.   ¿He dicho que era trabajador?...Sí, pues efectivamente, así era. José había conjugado todos los tiempos de pasado y de presente del verbo trabajar y los del futuro, mientras le quedaran fuerzas, los iba a triturar, a buen seguro, a pesar de ir arrastrando dolores y achaques propios de su edad.   Dos aficiones, le motivaron toda su vida, comer y los caballos de tiro, con los que dibujaba surcos caligráficos sobre el terreno entre arcilloso y arenoso de los campos de la marjaleria en los que cultivaba todo tipo de verduras, cuya magnificencia se vio reflejada, innombrables veces, en las ferias de agricultura de los pueblos de la zona, consiguiendo los premios por el tamaño, presentación y calidad...

*Escribir*

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  Si escribes creyendo que vas a decir frases como para hacer camisetas, la tienes clara, pero si escribes lo que te sale de dentro, cuando al cabo de meses, lo vuelves a leer, te das cuenta de que aquello es parte de ti, de hecho, eres tú en forma de escritura, y si no has logrado poner el alma, como ocurre a veces, entonces te reconoces débil, pero ufano del intento.   Unas veces ibas en una dirección y después de un punto y aparte te ves que vas en dirección contraria y que la idea que comenzó siendo un pez después es un pájaro o una liebre o un pato. Da igual. Nada y todo tienen sentido.   Siempre hay un poso de ideas que aguardan turno para salir, como los granos del trigo se turnan para entrar entre la muela durmiente y la volandera en el molino para convertirse en harina. Sin ese paso no habría pan y sin ese paso las ideas no podrían ser contadas, y eso concierne a trabajar la harina y moldear el pan y cocerlo y presentarlo apetecible y comestible, como l...

*RIP*

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  Quiso despedirse de todos sus amigos, y mira que el concepto de amigo era terreno restringido para él… que siempre dijo que los amigos se podían contar con los dedos de una oreja…   Les escribió con boli y papel, porque no le gustaban las nuevas tecnologías, y redactó para cada uno su carta particular y la echó al correo, franqueando, con lo que corría en ese momento, con sello de una efigie de alguien que nunca había trabajado…  Cada carta rezumaba cariño y recuerdos y literatura de alta gama, que ya quisieran para así, Pérez Reverte y otros advenedizos, porque se trataba de una prosa, contundente, cálida y veraz… El remitente sabía de qué hablaba y el destinatario se vería retratado en su versión amigable de compañero antiguo.   Entonces, pensando, se dio cuenta de que no le había escrito a su amigo Vicente… Y sin dudarlo un segundo, marchó en su búsqueda para decirle lo que quería, de viva voz, cara a cara…  Al llegar a su casa, el portero le info...

*Te quiero*

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  Hoy no escribí nada.  De tanto pensar en ti me embargó la tristeza de la distancia y el olvido. No supe qué decirte, ni cómo decirlo, solo me salían frases manidas, por miedo a que mi atrevimiento echara por tierra la última esperanza de volver a verte.  Y ni te he escrito, ni te he visto.   Me gustaría guardar aquí algo para decirte en algún momento y que no fuera tarde…   Que la distancia no te haga olvidar que te quiero, y mi silencio no te haga pensar que me he olvidado de ti…   ¿Qué hago? ¿Te espero? ¿Te olvido?   Te esperaré porque olvidarte, no puedo, y amarte, es mi modo de vivir…  Te quiero…   *B.M.*

*El dron*

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  Para ser sincero, te diré que la pura verdad es que perdí la confianza en los Reyes Magos hace tiempo,  porque, hubo épocas en que jugaban con mi paciencia, yo esforzándome seriamente en parecer que me portaba bien y escribiendo cartas legibles y espaciadas con una ristra de cosas que me apetecía tener o eso creía yo en aquel momento, y ellos trayendo lo que querían. Un enfado ligero y pasajero y a continuar porque al día siguiente ya había que ir al colegio.  No se portaron demasiado generosamente conmigo nunca, pienso que algo tendría que ver  la cantidad de hermanos que éramos y el dinero a invertir. Solían traer ropa, zapatos y juguetes para compartir, ya de mayor, colonia, camisas y algún libro. Tampoco nos vamos a enfadar ahora.   Este año vinieron con ropa y colonia de mi marca preferida, BOSS es la de ahora, huele bien, pero a mí me rondaba por la cabeza desde hace tiempo tener un dron, de esos que graban con cámara de cierta calidad y hablé con u...

*Porfía*

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  Me parece recordar que he leído que alguno de los grandes de la literatura sudamericana, escribía, algo así, como que todo ocurre, porque tiene que pasar, y bastante vivo yo con esa creencia, cuando me interesa.  Por un azar de los que se dan, Paco, un valenciano de L‘Horta, afincado en Castellón, conoció a Félix, que regentaba una casa de citas de las antiguas y a la vieja usanza, como las que salen en las películas en blanco y negro, pero en nuestros días. Sé que Félix solía tener entre ocho y 12 freelancers del amor y que iban a medias, todo en dinero negro. Seguro que alguien de la policía participaba en el reparto de beneficios, porque ni en pandemia, ni antes, ni después hubo redadas, ni cierre, ni nada de nada.  Sea como fuere, el caso es que el negocio iba viento en popa y Paco, en un almuerzo, conoció la existencia de la tal casa de lenocinio. Paco, con su buena apariencia y sus ochenta y dos años llevados de maravilla, hablaba de sexo, como nosotros hablamos d...

*La foto*

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  En aquella aldea, que había sido el lugar de nacimiento de su padre y de su abuelo, vivía Jorge; allí quedaban, escasamente, ciento veinte personas. La seta de población, más que una seta, parecía una pirámide invertida: jóvenes y niños, no los había. Como lugar de reunión de los vecinos, se utilizaba lo que en su día fue establo de la casa de Julia, que, en verdad, tuvo barra de bar hacía unos años atrás, por eso continuaba sirviendo café de perol y licores. En la puerta del bar se solían poner, por cuenta y riesgo de Jorge y del alcalde, noticias cortas o anuncios de cosas que pudieran interesar al vecindario. Jorge, que ya retirado y viudo, había sido retratista y después fotógrafo en la ciudad, y gustaba de sacar instantáneas a la gente, previo permiso, porque era muy correcto en el trato de la intimidad.  Tenía a todo el pueblo en su colección, en dos facetas, una la foto digamos de carnet, y otra u otras tomadas artísticamente con fondos del frondoso bosque, de la igle...

*La boda*

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  Este verídico relato, como es el 666 de la serie, se lo dedicaré al peor obispo que imaginar se pudiera y que nos tocó a Castellón en suerte…   Un día, en el que estaba prevista una boda de las de gastar y gastar, con ceremonia religiosa de por medio, ocurrió lo que voy a contar simplificando la narración para no cansaros…  El oficiante de la boda, el obispo, lo era, por compromiso con el novio, que por circunstancias de la vida había sido pareja del secretario particular del obispo. Obispo, de muy reducidas dimensiones, y que aún no se sabe bien cómo en tan poco cuerpo cabía tanta mala leche como existía en él.  El lugar de la celebración era un palacete centenario, precioso, con una iglesia adosada, que desacralizada se alquilaba para ceremonias de alto copete.  El banquete monumental y las viandas, carísimas y exóticas, con vinos, especialmente etiquetados para la ocasión…  Un chef de los de dos estrellas michelín y una docena de sirvientes de alt...

*Abrazo*

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Recuerdo con nostalgia aquellas noches y madrugadas en duermevela, con el corazón en un puño, nostalgia que debió ser esperanza de un cambio que no se produjo, puede que por estar en el lugar equivocado y con gente adversa y otra mal guiada. Y aún hoy, a cien meses vista, la sensación de lo que pudo haber sido y no fue, deja un sabor agridulce, como a fiesta frustrada y a pena y a impotencia.  La concurrencia de circunstancias adversas y, la falta de diálogo y la escasez de una mínima comunicación, originaron, posiblemente, un desencuentro y un vacío que queda agarrado al suelo del alma, como un pozo sin agua y sin lluvia y sin nieve, en un invierno cruel y perenne, que perdura.   Cuando ocurren cosas malas, siempre puede y suele haber un cambio, que se espera, a veces, sin esperanza, con una rutina que lleva la pátina del optimismo, que sale del fondo de un alma que necesita una raíz o un recuerdo donde agarrarse y un abrazo que no llega…   Si un día, tú que me lees...

*Errar*

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  No es una capacidad intelectual como para ir presumiendo de ella, pero saber que no quieres, es tanto o más importante que saber qué quieres. Lo malo es que se aprende tarde, al menos en mi caso. Tarde, tarde… no verdaderamente, aunque si sobre los veinticinco, supieras qué y qué no quieres, jugarías con ventaja, mucha.   Fallos, hacemos todos por decisión, por indecisión, por mimetismo y por cretinismo, pero ahí está la magia, en aprender cuando yerras. Errar es humano. Yo erré repetidas veces y cuando ya había errado, no supe buscar el norte y otras veces me empeciné en lo que era un clamoroso yerro. Algunas veces tuve la suerte de que alguien querido y cercano me apartara del camino erróneo.  Puede que tú yerres o que vosotros erréis, pero hay que tener en consideración que una buena errada, puede dar lugar a erradicar los errores de tu vida y eso es muy saludable, y mano de santo para acertar y no volver a errar.   Así, pues, no hay que tener miedo a ...

*Nada, nada más*

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Cuando a uno le da igual perderse él mismo, o perderlo todo, se esfuman los miedos, las cadenas y las ataduras desaparecen, y los compromisos, la timidez y el miedo se diluyen… Nada asusta, nada vale la pena. Cuando renuncias a conseguir lo que para ti es imposible de alcanzar y olvidas que existió. Cuando uno está dispuesto a dejarlo todo, a perderlo todo… En ese instante comienza a estar en condiciones de ganarlo todo… El valor, la autenticidad, la claridad, la sinceridad, el camino, la verdad y la vida, que dijeron que dijo aquel de quien escribieron parte de las escrituras.   Quiero vivir de acuerdo conmigo mismo, ser yo, no quien queréis que sea, ser auténtico, imperfecto y único y humilde a la vez, si fuera el caso.   Que nada sea trascendente, ni imposible, que la normalidad campe a mi alrededor, que no tenga que inventar cosas, en las que creer ciegamente, para estar tranquilo.    Nada más. ¿Nada más? A veces tengo envidia de los gatos, cuando masaj...

*Pascual en Valencia*

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  Como el billete de tren era gratis, de vez en cuando, Pascual iba a Valencia, una hora de viaje, que pasaba leyendo con los auriculares puestos, para no oír las conversaciones ajenas.  Su paseo por la ciudad era en plan flaneamiento, pero debía pasar a la ida o a la vuelta, de forma obligada, por la Lonja de la seda y sus alrededores, el bullicio de la plaza de Les Llosses, el Mercat, el Palau de la Generalitat y la Catedral. Sin olvidar la visita a la madre de Deu, porque su madre también iba.  Observar a la gente, diversa… Turistas y  gentes en celebraciones religiosas, porque la abuela paga el banquete y los regalos, aunque se va perdiendo este tipo de eventos.   Esta vez en el paseo, por la cabeza de Pascual, continuaban saliendo las imágenes de los pueblos pegados a Valencia, los pueblos del Horta, olvidados por irresponsables políticos y que hoy aún tienen pendiente dar cuenta de sus actuaciones y restaurar lo impensable, en tiempo y forma. No sabrá...

*Tierras raras*

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  Últimamente, tengo que ir con mucho cuidado con lo que pienso, los que lo sabéis, lo sabéis, porque está comprobado que cuando pienso en una persona determinada, incluso si no la conozco demasiado o no tengo una gran relación con ella, por azar, aparece un recuerdo de algo común o un hecho constatable como haber ido juntos a la escuela, eso es suficiente y entonces a esa persona le ocurre algo que casi siempre no es demasiado bueno.   De igual modo me ha ocurrido con lugares, por ejemplo, una sobrina mía, marchó un verano a Islandia y yo a raíz de eso me interesé por Groenlandia, y leí sobre el país y conocí cosas que ignoraba, cuestiones geográficas, habitantes, economía, la historia de Erik el Rojo, los vikingos, el potencial minero de la isla y su dependencia de Dinamarca.    Después de ese interés mío, hace pocos días nos desayunamos con que Trump quiere comprar la isla y para mí eso no me presagia nada bueno. Las razones son evidentes: situación estratégi...

*Cónclave*

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  Nunca podía imaginar que mi mente pudiera llegar a elucubrar todo lo que he imaginado acerca de los diálogos y letra pequeña que se vierten, según mi parecer, en la película Cónclave. Les leo las mentes a los conclavistas. ¡Qué capacidad de insultarse tienen los de la curia en altas instancias, lo sé, no lo dudéis en un instante!  Tienen tanto tiempo para darle vueltas al significado de las palabras, que media legión de escritores proscritos y repudiados por el Santo oficio, pudieran prologar sin fallo posible, el libro que llevo escribiendo y ya voy por la página 240, y aún estoy recién saliendo del concilio de Trento, mira si me queda campo por delante…   Sé, porque me consta, que hay obispos, diletantes de la vida, que pasados los 73 años, se dan al tabaco habano y al coñac de marcas caras… Y ahí se obnubilan mientras repiten mantras que les envían desde el Vaticano para paliarles, y se olvidan del mundanal ruido, de las penas y necesidades de las gentes, como s...

*Puntos de vista*

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Todo por culpa del gilipollas del frutero, y mira que se lo dije… ¡Borra todo, que nos van a pillar y a mí me pondrías en un brete malo, muy malo, porque estoy nominado a Vicario General, el paso siguiente es en mayo y es mi objetivo primordial...! ¡No quiero saber nada más de muchachos! ¡Borra todo, por favor, destruye los discos duros…!  -¿Me vas a arruinar la vida…?  -Si quieres dinero, pide, te lo doy, tengo mucho dinero, pero no me hagas esto… Lo que pasó entre tú y mi hermana, si quieres, lo vuelvo a propiciar y pido perdón en voz alta. Pide lo que quieras, no me arruines la vida… Siento todo lo que les hice a los niños y muchachos, durante esos años. Me arrepiento. No me juzgues… Dame una oportunidad… Ten piedad…   -De acuerdo, te voy a dar la oportunidad de compensar lo que hiciste… Confiesa públicamente, y yo me callo y borro todas las imágenes… ¿De acuerdo?  -No… Por favor, me arruinarás la vida…  -Pues eso: Unos por otros, y Dios por todos… ...

*Retrato costumbrista*

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  Estamos de acuerdo en que no era ningún adonis, pero Marcelo, desde su puesto de verduras y frutas en el mercado municipal, se manejaba a las clientas como “el gos d’atura“ lleva al rebaño.  Marcelo era afable, dicharachero, bromista y socarrón; si hubiera estudiado o leído un poco más, servía para alcalde, no te digo más. A todas les decía algo, con la picaresca de la jugadilla o los atributos femeninos resaltados y encumbrados a la máxima potencia, la que le permitía la concurrencia, sin pasarse casi nunca. Un runrún corría por el mercado, porfiando, a cuál, o a cuáles de sus parroquianas se habría beneficiado el tal Marcelo.  -¿Cómo tienes los pepinos? Le preguntaban provocando.   -Los, no lo sé… Él, sí, lo sé, y hay quien lo sabe… respondía, juguetón…  -¡Rábanos, gordos, rojos y largos en oferta los doy…!  Y la más guasona le respondía: Con uno me sobra que solo es para mi ensalada diaria…   Y así iban transcurriendo los días, y las cli...