*Escribir*
Si escribes creyendo que vas a decir frases como para hacer camisetas, la tienes clara, pero si escribes lo que te sale de dentro, cuando al cabo de meses, lo vuelves a leer, te das cuenta de que aquello es parte de ti, de hecho, eres tú en forma de escritura, y si no has logrado poner el alma, como ocurre a veces, entonces te reconoces débil, pero ufano del intento.
Unas veces ibas en una dirección y después de un punto y aparte te ves que vas en dirección contraria y que la idea que comenzó siendo un pez después es un pájaro o una liebre o un pato. Da igual. Nada y todo tienen sentido.
Siempre hay un poso de ideas que aguardan turno para salir, como los granos del trigo se turnan para entrar entre la muela durmiente y la volandera en el molino para convertirse en harina. Sin ese paso no habría pan y sin ese paso las ideas no podrían ser contadas, y eso concierne a trabajar la harina y moldear el pan y cocerlo y presentarlo apetecible y comestible, como la idea primigenia te hace ver realizable que puede alcanzar ser plasmada sobre el papel y recordada, y ese recuerdo permanece escrito y a la vez en tu subconsciente.
Por eso hay que escribir, y por eso escribo. Si no escribiera, muchos recuerdos preciosos habrían perdido su prestancia.
*B.M.*
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