*El lado brillante de la vida*


 En la escena de la película El lobo de Wall Street, cuando Leonardo DiCaprio va arrastrándose por el suelo hacia el Lamborghini, después de haber consumido metacualona, se produce una escena plena, brillante, patética, horrorosa y sublime. Así de ese modo, pero sin haber consumido nada de nada, me arrastré yo por el suelo de mi casa en un episodio de vértigo. Me arrastré hasta la puerta para dejarla abierta para cuando llegaran a auxiliarme. Me lo pasé fatal, porque no sabía qué me ocurría exactamente. Después, ya en urgencias, analíticas y antibióticos y pinchazos, parece que me encuentre bien, porque no me hace nadie demasiado caso. 

Por un instante yo creía que no había enfermedad más grande que la mía en el mundo, pero debe ser una nimiedad porque nadie, insisto, nadie me hace ni el mínimo caso. Y eso te da, te crea una sensación de que el mundo te ha dado la espalda y vas avanzando por una autopista en la que todos van a 120, y tú eres un caracol entrado en años y que te van a aplastar. 

Nunca me había planteado sentirme tan inútil como me he sentido. Voy a cambiar mi visión de la realidad y hacerme optimista al máximo nivel, para ver solo el lado brillante de la vida, siempre mirar el lado bueno. 
 En la última y memorable escena de la Vida de Brian, cantan una canción que dice: Vienes de la nada, vas a volver a la nada. ¿Qué pierdes?… Nada. Mira siempre el lado brillante de la vida… 
 Esa es una buena forma de vivir… 
 Lo voy a hacer… 

 *B.M.*

Comentarios

Entradas populares de este blog

*L’Egypte*

*Bous al Carrer*

*Apapachar*