*Tierras raras*


 Últimamente, tengo que ir con mucho cuidado con lo que pienso, los que lo sabéis, lo sabéis, porque está comprobado que cuando pienso en una persona determinada, incluso si no la conozco demasiado o no tengo una gran relación con ella, por azar, aparece un recuerdo de algo común o un hecho constatable como haber ido juntos a la escuela, eso es suficiente y entonces a esa persona le ocurre algo que casi siempre no es demasiado bueno. 

 De igual modo me ha ocurrido con lugares, por ejemplo, una sobrina mía, marchó un verano a Islandia y yo a raíz de eso me interesé por Groenlandia, y leí sobre el país y conocí cosas que ignoraba, cuestiones geográficas, habitantes, economía, la historia de Erik el Rojo, los vikingos, el potencial minero de la isla y su dependencia de Dinamarca. 
 
Después de ese interés mío, hace pocos días nos desayunamos con que Trump quiere comprar la isla y para mí eso no me presagia nada bueno. Las razones son evidentes: situación estratégica, tierras raras y metales preciosos; ya lo dicho antes, una perita en dulce. Yo me lamentaba con los groenlandeses, en que el verano pasado, tuvieron una media de 8 °C más de lo habitual en toda su historia, y me parecía que si están acostumbrados al frío, el calor no les beneficia en nada. 
Creo que el frío y el calor, a Trump, le dan igual, él y la banda del dinero van a lo que van. Es curioso constatar que Trump, Musk y Nuuk son casi todos monosílabos y se pronuncian en un solo golpe de voz, suena raro y coinciden con la vocal, la u. Comprar Groenlandia es un tema complejo, pero si la isla se independizara de Dinamarca, podría anexionarse a Estados Unidos, al modo en que lo está Puerto Rico, y Trump, dueño de un trozo más del mundo y a guiarlo a su antojo. 

Ya no se sabe si Trump es bueno o malo, pero yo, por si acaso, voy a ponerme seriamente a pensar en él, a ver si hay suerte…  

*B.M.*

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