*Las uñas*
Sí, siempre nos guiamos por las opiniones ajenas. ¿Qué sentido tiene tener las propias? He estado un rato callado sin que se dieran cuenta de mi presencia; estoy en el cuarto de baño, he abierto un poco el cajón donde están los utensilios que utilizo para cortarme las uñas, el pelo y cosas así. Veo en penumbra: tres cortaúñas —dos son metálicos y uno parece de plástico bueno—, hay dos tijeras y un cortapelo eléctrico; también hay limas de uñas y una cajita que creo que contiene supositorios franceses; deben estar caducados, ya los tiraré después. La frase del inicio la he oído y es la que me ha hecho abrir el cajón un poquito, con cuidado, para ver qué sorpresa hay ahí adentro. Están hablando entre ellos, los cachivaches que he descrito, y educadamente se ceden la palabra. Me he arrodillado al lado del mueble y les oigo quejarse de que las más de las veces no cortarían por donde corto yo. Las tijeras pequeñas dicen que ya hace tiempo que deberían haber sido afiladas y que e...