Opinare

  Van Gogh tuvo que esperar a la muerte para que su obra fuera reconocida. Apoyado por su hermano pequeño toda su vida, que hizo de mecenas, Theo, fue confidente y amigo, en una carta, Vincent le dijo a Theo, que su juventud había sido triste, fría y estéril.  Van Gogh no se enteró nunca del legado que dejó, ni de su influencia en el mundo del arte, ni de su lugar en el ranking pictórico mundial, ni del valor dinerario que alcanzó su obra después. No creo que le importase todo lo posterior a su muerte, porque él nunca supo lo que había pasado con posterioridad.  ¿Qué sería, pues, lo importante de su obra? La satisfacción de los momentos al realizarlo, seguramente, porque no habido nada más para él.   Hace un tiempo, viví en primera persona, los preparativos de una boda, una ilusionada y emocionada novia, con familiares en el mundo de la alta costura, y yo, aunque no entiendo de eso ni una palabra, soy lego completo en la materia de las agujas y las telas, me pareció de un lujo y un t

  Nunca pidas nada, a nadie, de lo que puedas conseguir por ti misma, si es paz o calma de espíritu, lo que quieres, como no te lo procures tú, mal andas, si lo mendigas. Si quieres cosas materiales, mueve el intelecto. ¡Es el mercado amigo!   Mi gata, Meleta, que es una felina sagaz, me ha enseñado que hay que buscar lo que ya tienes conseguido, lo sabe por años de experiencia y eso que es joven.  Puedes jugar con las luces que se reflejan en el techo y perseguirlas como si el mundo se acabara en ello. Pero si has leído más de un  libro, y deberías haberlo hecho, habrás comprendido que no somos fáciles de conformar con los titulares de la prensa que amamanta a una mayor parte de los respirantes que sobreviven o creen que viven, en este mundo, sin buscar el mundo que una vez idealizaron y que era conseguible, pero que los políticos, las informaciones partidistas y las religiones caducas, dieron al traste, metiendo tu ilusión en saco roto.   ¡Qué lástima perderse, el sabor de un mej

  El cielo rojo en las noches, por experiencia, sabemos que se da porque hay alta presión, lo que significa que el clima será calmo, así dicen los marineros y los labradores, y es así, porque se mantiene el polvo cerca de la superficie de la tierra, es un adagio que hace referencia a la lluvia, que no va a llover. A Marte le pasa lo mismo con el polvo que se eleva en el aire y parece un planeta rojo.   Volviendo a la tierra, puedo contar que en los albores del verano, cuando la noche anterior habíamos tenido cielo rojo, al amanecer, salíamos en una pequeña barca con remos y algo parecido a una vela, entrábamos no más de 200 m en un mar plano como un vaso de agua y poníamos 300 m de red con flotadores, cada cuanto, para recogerlas al cabo de cuatro horas.  Íbamos tres, el dueño de la barca, José María, Vicente, mi primo, y yo. La cantidad de pescado era tan grande que a veces devolvíamos al mar, lo que juzgábamos de menor calidad. Dos capazos de plástico con unos 45 kilos de sargos,

  Acabo de terminar de leer, “Simulacros y simulación” de Jean Baudrillard, libro, que parece ser, inspiró Matrix, y en él creo atisbar, no me hagas demasiado caso, que el consumismo de marcas no se hace por su función en sí, sino para consumir símbolos, como si así atesoráramos poder. ¡Qué grande soy, que llevo calzoncillos o bragas Calvin Klein!  Aunque ya murió, dejó su impronta, porque me parece que estamos en Matrix. ¿O, no?   Me inspira su filosofía cercana aunque profunda, pero yo soy lábil de entendederas y me uno a las nuevas tendencias con facilidad.   Otro filósofo que era desconocido para mí, no hace mucho tiempo, es Jacques Derrida, el que quiera saber de él, que lo busque; yo me quedo con sus postulados en los que pretende repensar la filosofía europea mediante un método llamado “deconstrucción”, al modo como destruyen para mí “malamente”, los cocineros modernos, la cocina auténtica y sabrosa.   A mí me sacas del cocido, la paella, el changurro y los canelones que hac

  Le Monde tiene un apartado pequeñito entre sus páginas que se denomina “La píldora filosófica”, en ella propone preguntas que están apoyadas en obras de literatura, en temas científicos y filosóficos. Atrae lo que va diciendo, al menos a mí, este sábado el relator Salley Vikers, que es inglés, se lamenta de la ausencia en la cultura contemporánea, de hadas, duendes y diosecillos que nos alegren la vida, yo eso lo comparo al modo como nos alegran la vida las tapas de Vitoria-Gasteiz y Donosti, que nos alegran los sentidos y las papilas gustativas… Una Gilda, una croqueta de garbanzos con carne, un canutillo de queso con anchoa, chipirones rellenos de changurro… Me callo ya que me entra hambre, y por último, un pimiento rojo relleno de bonito.  Las cosas de la vida, cuando se saben hacer y se hacen bien, con alma, transmiten, sabores, olores y amores, que son besos de diosecillos y diosecillas amorosos.  ¡Ay qué hambre!  Pues eso que hay que dejar pulular a las hadas y a los duendes pa

  Reconozco las huellas de un antiguo fuego que permanecía en mí, cuando henchido el corazón y el ánimo sobrepasado, me complazco en participar el hallazgo de mi bien amado, admirado, y nunca bien ponderado historiador, localista, Pere la Pera, crisol de sapiencia y virtudes que nos legó las líneas que, con lágrimas de emoción en los ojos y compungido el corazón, metido en un puño por la profundidad del mensaje que voy a transmitir, en lenguaje simple y claro, como fueron todos los escritos que tuvo a bien hacer, Pere; porque si tuviera que leerlo, sería imposible para mí, articular sonido alguno, mi garganta se ha transformado en algo parecido a la raíz de una palmera con una sequedad y abigarrado enjambre de filamentos leñosos por las que no podría salir ni un leve sonido, ni una brizna de algo.  Este es su escrito, corto, claro, profundo, sin rodeos, sin artificios, sin caireles, sin oropeles, sin ostentación, ni coturnos, ni maquillaje alguno, como él dejó escrito bien claramente. 

  Salimos de España por primera vez, cuando aún estaban cambiando la potencia de la luz de 120 a 240, creo.   Fuimos a París, llegamos al Hotel y a la hora de cenar, bajamos, y pedimos la cena. Había mucha gente en el local, era el comedor del Hotel Gare Saint Lazare, precioso, grandioso.  Nosotros nos mirábamos y estábamos expectantes preguntándonos si es que había pasado algo, porque no se oía ni una mosca. Lleno de gente y no se oía la voz de nadie, mientras todos estaban hablando.  Lo escribo en contraposición a lo que está pasando en este momento, en un bar en Nules con unas 80 personas, donde nos encontramos. Acabo de descargar la App que mide los decibelios, porque ni yo ni las dos personas que están conmigo damos crédito de semejante ruido que hay, es que ni queriendo. El aparato mide 85 dB y está en la zona roja de peligro para los oídos. La situación de ruido es constante.  Me dice un compañero de mesa, que en una de las mesas de la entrada, hay gente de Villavieja y en o

  Tal parece que ya están anunciando que van a repicar las campanas de la abadía de Westminster tocando a duelo por Carlos III, ahora o en la hora de su muerte; la vida sigue y seguirá. La muerte es parte de la vida. Independientemente de cuando se produzca el óbito, quiero patentizar que es asombrosa la lista de ilustres personajes enterrados allí, entre 3 300 personas, están Hawking, tumba entre Newton y Darwin; Dickens, Kipling y William Shakespeare y Laurence Olivier.  Isabel II, eligió la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, para reposar. A mi me da la sensación de que las monarquías dan un bajón importante en su categoría intrínseca, porque si muriere Carlos, a Camila no la aceptarán si no está él y revolucionar el trono en Inglaterra, no parece lo más indicado.  Las otras monarquías europeas están ocupadas por personajes de menor cuantía, por lo que con la insignificante gestión que realizan en sus países respectivos, podría ser que sin el traumático dramatismo con el q

  Las técnicas de estimulación de la Dexeus, al final dieron resultado, el algoritmo había dicho que ese día sería el día del parto, era el 29 de febrero y todos estaban expectantes, la madre primeriza, asustada como nunca, meses de escuchar música clásica para el feto, masajes, Taichi, natación y aromaterapia, de todo se había hecho, no era para menos, tenía pasados test de anamnesis, el de Apgar y el de Ballart, todo virtual de última generación, la presentación del feto era la correcta, cefálica. El quirófano reluciente, profilácticamente, optimísimo, el equipo nuevo, a estrenar; el personal sanitario, compuesto por dos comadronas, un cirujano, un anestesista y dos enfermeras y un psicólogo. El instrumental reluciente. Llegó el momento, ya había dilatado suficientemente, entraron todos, cada cual se puso en su sitio, había música ambiental y luces relajantes en el techo. La que iba a ser madre en el potro aerodinámico, alemán, de última generación. Todo en su exacta colocación. El c

  Hoy no podía dormir bien, estaba intranquilo, me afectan bastante los cambios de presión atmosférica, y le he dicho a Dios, que la próxima vez en las Tablas, voy a poner dos o tres cosas nuevas de mi cosecha.  Por ley, “El desconocimiento de la ley, no exime de su cumplimiento” salta por los aires y no va a reconocerse, porque ese mismo desconocimiento de la ley le da alas al rey y le lleva a hacer todo lo que ha venido haciendo, lo que le da la gana. Se acabó. La otra cosa es que hay que dar forma a la situación de elección. Cuando se dice la opción de “Quiero lo que tú quieras” va a ser la puerta para cambiar de elección en cualquier momento, nada va a ser de nadie. Y todo va a poder ser de todos.  Como muestra o ensayo, de como organizar un mundo y sus cosas, la intentona nos ha salido, como el culo. Hay que hacer borrón y cuenta nueva.  Fuera enfermedades y cosas que hacen sufrir y vamos a poner un mundo de felicidad y fiesta, prohibimos los santos y la política. Listas abiertas

  Estoy de acuerdo en todo lo que me digas, yo soy un descreído o como quieras llamarme, pero es que no me entra en la cabeza eso de ir llevando una escayola, aunque la bendigas con el agua del Tiberiades o con Moet, represente lo que quieras que represente, la lleves, digo, de institución, en institución, diciendo que la virgen visita no sé qué y no sé cuántos, y que va a protegernos de males y desgobiernos.   Cambia de religión y pon que los budistas, el islam y el resto de religiones, hacen lo mismo y ponte pilas y pon en marcha la cabeza de pensar… ¿Cómo lo ves?  Vuelve a cambiar de religión y lleva a Shiba… ¿Cómo se te queda el cuerpo?  Paseando y venerando muñecos y muñecas, de procesión en procesión, mientras guardas todo el oro, que posees de siglos, que supone 4,5 billones de €, y tienes a los pobres, que son de carne y hueso, padeciendo miserias.   Eso es de ser crueles y miserables.   ¿Esa es la caridad que entiendes que te dice, el que te dijo: ¡Vende todo lo que tie

  En el Caribe, los cocos que caen de los cocoteros que están al lado del agua del mar, no pueden tocarse, debes dejarlos para que vuelvan a crecer otros cocoteros, conocí eso en una península pequeñita cercana a La Habana y en ella estuvimos confraternizando con unos lugareños que tenían unas barcas pequeñitas.  Al alba salían al mar y ponían las redes, redes remendadas y vueltas a remendar, una y otra vez, desde los tiempos de Batista; la recogida, a las 11:00 de la mañana, hora en que nosotros llegábamos, cuando ya tenían dispuesto el fuego hecho con leña.  Llegaban las barquitas y sacaban la cosecha de ese día, eran pequeñas, pero muchas langostas, que saltaban vivas, anunciando el festín que llegaba, para nosotros. Acordábamos el precio. ¿Cuánto quieres por estas? Tanto. De acuerdo… A la brasa, solo con limón y aceite, unos plátanos fritos y cerveza Cristal. Después venía un café colado como los hacía mi abuela, una copita de ron, y un cohíba del número dos, para que el aroma fuer

  Esto no se lo contéis al demonio de las horas, para evitar represalias, aunque siempre nos acompaña, casi nunca se acuerda de nada, porque tiene memoria de pez y por eso vive en el Cocito, el río de los lamentos, río de aguas negras, de limo y de repugnante olor, que discurre por el Hades, donde Caronte si le pagas con el óbolo, te ayuda a cruzar en su barca la Laguna Estigia.  En una apuesta con su compadre Ludovico, Blasa, dada a porfiar en demasía, por vengarse del arcipreste, por causa de una afrenta que le hizo avergonzarse, que ya es difícil, avergonzarla, digo, delante de media plaza pública, cuando mostraban al hijo del escribano, emplumado, por haber robado dos perniles y medio cordero de la despensa de la iglesia, en ese momento, el arcipreste hizo chanza de Blasa, burlándose del ostensible bulto que le había salido en la cabeza, burla que se engrandeció, tildando al bulto de ser el hijo que Blasa había deseado y nunca había tenido. Para vengarse, Blasa, hizo como si no di