*Googol*
Como el concreto, el material de construcción milenario, hecho de cal viva, ceniza volcánica y agua de mar, que tiene la capacidad de regenerarse al reaccionar con el agua de nuevo y sella las fisuras y no permite que la obra caiga, así con esa fortaleza y esa condición de perenne realizó Blas los algoritmos precisos y cambiantes que no dejaban descifrar la clave que daría acceso a la apertura de la caja del banco, donde estaban las otras claves que permitirían acceder a las cifras que abrirían la cuenta en bitcoins, multimillonaria, que dejaba en herencia al gobierno de su provincia y a los funcionarios.
El dinero se iba multiplicando geométricamente, porque las inversiones que atesoraban estaban estudiadas concienzudamente.
Algún día alguien descubriría la primera clave, por azar, porque no había otra manera de hacerlo. Ese día daría paso a otra etapa, la de descifrar las siete claves, que generaban la cifra final.
Hace ahora dos años, cuando Blas ya pasaba de todo, tuvo que entrar en la web de la Generalitat a realizar una gestión que se negaron a hacerle los funcionarios, diciendo que había una ley que impedía hacer ese tipo de trabajos. Muy simplemente, Blas les devolvió la pelota, publicitando bien de caldo, la noticia de su herencia… Ya no me acuerdo si se dice aquello de donde las toman las dan o al revés, porque tengo mucho sueño ahora…
Mi abuela decía que la perfección no es la meta, el progreso sí lo es.
No sé cómo he conseguido esa cadena de algoritmos, aunque me da igual porque yo ya no estoy aquí, yo ya he muerto.
Que progresen… solo les doy un dato, las cadenas de números están en la primera mitad de los números primos de un Googol…
A progresar… No sé si me he explicado bien…
*B.M.*

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