*Socorro!*
El inconsciente nos aclara y nos delata a la vez con una simultaneidad que asusta, de forma reiteradamente inconsciente. Fueron seleccionando primero en concursos escolares, después por población, por provincias y a continuación por regiones y comunidades y finalmente por países, naturalmente, y de forma consciente se ocuparon de que todos los países del mundo estuvieran representados.
El concurso consistía en una redacción expresando deseos, necesidades, carencias, afectividades y planes de futuro, cada cual expresaba el suyo que, en definitiva era el sentir de todos los que habían quedado en el camino.
Debidamente promocionado, había una expectación mundial por conocer el resultado. Nadie quedó por participar, eremitas, submarinistas, presos, alpinistas, premios Nobel, bosquimanos, fugados de la justicia, políticos, Papas y mandatarios y el orbe en su conjunto, hasta los astronautas y unos gorilas que conocen algo de vocabulario y las cotorras charlatanas. Todo el mundo participó incluyendo a las monjas de clausura que estaban calladitas. La sensación de globalidad estaba más que alcanzada. El resultado sería un compendio de sapiencia mundial. Se utilizaron ordenadores potentísimos, inteligencia artificial y profesores de primaria.
Para minimizar la extensión se le pidió a la inteligencia de las inteligencias artificiales, el resumen más mínimo que pudiera ser realizado.
La expectación por la lectura fue un hito mundial y retransmitido por todos los canales y frecuencias habidas y por haber.
Se leyó en directo y el resultado, una palabra, cinco letras que sintetizaba el sentir de todos: HELP, palabra que llevaba en un papel escrita la paloma de Picasso. El mundo enmudeció y de los ojos de la humanidad cayeron lágrimas al unísono… No había más…
Habían participado 195 países, incluyendo a Palestina y al Vaticano.
Miles y miles de lenguas y un solo sentir: ¡SOCORRO…!
(Y no olvidemos a Sudán)
*B.M.*

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