*Leer lo escrito*
Casi siempre leemos, no lo que está escrito, sino lo que queremos leer. Si se trata de cuestiones numéricas, puedes meter un gazapo de tamaño gordo y, a no ser que el libro sea de física o de matemáticas, nadie repara en la metedura de pata. Los magos se apoyan en eso para que creamos lo que ellos quieren hacernos creer, es un momento de satisfacción personal, recíproco. Todos son protagonistas de la manganeta, que esta palabra la usaba una señora vecina de mi abuela, que, aunque era de Cuba y vino en barco, hacía la mejor horchata que he bebido en mi vida, de unas chufas que plantaba mi abuelo Pepe, en la marjal de Burriana, marjal, que, por culpa del puerto, se le tragó el mar, y yo cuando paso con alguien, sin prisa, paro y le señalo dónde está, noto mi propiedad sumergida, y me imagino algún calamar y dos pulpos en mi propiedad que cuida Neptuno junior, la marjal era grande, pero más grande es el mar. Hay que ver, hoy lo comentaba a un amigo mientras almorzábamos una sardina de bota, un pimiento verde y un huevo frito con puntilla y al centro de la mesa, una ensalada de tomate rojo, rojo, de los que saben a tomate, casi nadando en un aceite de la Sierra Espadan, ese tipo de aceite, que se te coge a la garganta, como me gusta a mí.
Le comentaba a mi amigo, que es de Santander y no sabe nadar, que ya le vale… Le comentaba, digo que me gusta el mar y le temo al mismo tiempo. Cuando jóvenes con una balsa que nos hacíamos con los gomatics de dos ruedas de tractor y unas tablas alisadas convenientemente y atadas, todo bien pertrechado, nos íbamos nadando hasta que no veíamos la costa. No teníamos conocimiento, pero nunca hubo ningún percance y en ese tiempo ni había bandera verde ni roja ni amarilla, cuanto más estaba picada, la mar, mejor para nosotros.
Te iba a hablar de un libro que acabo de leer y, ya ves, me he ido a nadar, el libro que es corto, por si te interesa es de realismo, una prosa dura y sincera, el Lápiz del carpintero de Manuel Rivas, me ha gustado, aunque no me hagas mucho caso, porque leo de todo, con decirte que anoche me desvelé y me leí el capítulo XXXI, XXXII y XXXIII del Quijote, que me parece que he encontrado una errata, pero de eso ya hablaré mañana o pasado. Todo eso y lo anterior, no me descontenta tanto como que ahora tratan de poner a mi señor escritor, un tinte afeminado, que yo, que le conocí en galeras, juraría que no es así, y puedo dar fe y la doy… A quien quiera creerme, claro…
*B.M.*

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