*Unos pocos Seres Humanos*


 Pena me dan: Palestina, Chechenia, Armenia, Afganistán, Pakistán, Haití, Bangui, Irak, Kurdistán porque es muy complicada la vida para ellos y para nosotros también. 

Una de las cosas que he ido aprendiendo en estos años ha sido no forzar nada, me ha costado porque creo que he sido bastante impulsivo en mi vida o al menos activo. He tenido épocas de no parar ni un segundo y además, con la conciencia de que no hacía bien las cosas. Nunca he querido analizar eso, pero no culpar a nadie del círculo más cercano, si es que la culpa de mi mala conciencia era de ellos. 

Después he sabido que los años que tienes no son los que se cuentan desde que naciste hasta hoy, sino que son los que tienes la posibilidad de vivir desde hoy hasta que cierres tu estancia aquí. Me he reconfortado con mi invención o sueño de que la vida es como un cine con muchas salas, con diferentes películas, que cuando acabas en una sala pasas a la siguiente, con otro papel y otra historia y así en una sucesión sin fin hasta que te hartas y te quedas en el bar comiendo palomitas y bebiendo Coca-Cola o Pepsi-cola que es la elección que se te va a permitir. Dicen que aquel que es capaz de estar solo, comer solo y viajar solo es el que ha comprendido su unicidad y ahí está el intríngulis de la existencia: se nace solo, se muere solo, se debe vivir solo, sin parches. El adornar la vida, con sabiduría y amigos, solo está el alcance de los seres humanos especiales y de esos ya no quedan, bueno, sí… Mónica Bellucci y Aida Garifullina y otras especies cósmicas como los caballos, los perros y los gatos que algunos descreídos dicen que no tienen alma, y yo veo en sus ojos que sí la tienen y más noble que muchos de nosotros, y sobre todo de los Trump, Aznar, Mazón y Rouco Varela… Por citar unos pocos innombrables… 

 No sé si algún día va a estar prohibido decir estas cosas... 

 *B.M.*

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

*El Madrigal, el nostre troç*

Imagen
  ~El troç del Madrigal~  El sentiment d'aferrament i querència cap a les coses que costen suor i llàgrimes d’adquirir, queda incorporat a la nostra idiosincràsia permanentment. Els treballadors del camp, de la Plana Baixa, en els inicis de l'agricultura, quan aconseguien adquirir un terreny cultivable, a més d'anar a llogar-se o pregar-se per als propietaris rics, quan acabaven el jornal per a l'amo, se n'anaven al seu, al troç... al seu tros, i feien hores i més hores, en mires a aconseguir coses per a la familia. Corrent els anys 20, uns il·lusionats i visionaris aficionats al futbol, del poble llavors anomenat Villarreal de los Infantes, van comprar un troç a la Partida El Madrigal, amb la idea de practicar el foot ball en un terreny propi i acondicionat per a esportistes i per a espectadors. Aquest sentiment de propietat que van impregnar al troç, iniciat pels components del Foghetecaz i per les següents directives del Vila-real, perdura al sentir dels socis. T...
Leer más

*Viaje eclesiástico*

Imagen
  Los sitios religiosos en los que estuve por el mundo no me dieron el pálpito de convertirme o entregarme, o lo que fuera que se hace para abrazar cualquier credo, secta o religión. Mis primeros recuerdos son el ser monaguillo, vestido con un almidonado roquete grande, aquello era divertido, yo no creía en nada, para qué nos vamos a engañar. Solo me interesaban las propinas que nos daba el cura por ayudar a misa y asistir a entierros, que los he visto hasta con plañideras; serían los años 60. Aparte del dinero, me interesaban mucho los regalos de los Reyes Magos y yo, a esa edad, ya era crítico con las fechas. ¿Por qué no nos daban los regalos el primer día de vacaciones? Nos los daban el día 6 de enero y el siete ya íbamos al colegio. No saben de niñez, la gente mayor está trabajando o yendo a oír al cura, que me pagaba a mí y a otros muchos. He de agradecer, ahora con el paso del tiempo, que no había pederastia, que yo conociera. Después estuve en un colegio religioso con misa d...
Leer más

*Visión interesada*

Imagen
  Estaba yo observando desde mi altura el caminar de una hormiga que iba flaneando, como suelen hacer las hormigas, en su libre albedrío, y en eso me pasó la vida, rauda, cual conejo huidizo perseguido por galgo o podenco, muy deprisa, mucho.   Analicé sin darme cuenta la situación de cada animalito. Y pensé en el grado de libertad que llevaba cada cual en su mochila vidaria y me pareció correcto, pero de pronto noté que me observaba alguien desde su altura, como yo observaba a la hormiga. Y vi claramente que debió ser Orwell y que tal vez a George le observaba Stuart Mill y este era observado por Tomás Moro, en una perspectiva como la que tenemos cuando desde La Défense ves El arco de triunfo, la torre Eiffel, L'île de la Citée, Nôtre Damme y hasta donde te llegue la vista. Y esa debe ser la visión, interesada o no, de cada cual, como una ensalada con libertad, compromiso, vergüenza y desatino a proporciones de experto alquimista, cuyos porcentajes te da la educación y e...
Leer más