*Funda de micro*


 Todos me habéis visto alguna vez, aunque no reparéis en mí... porque cuando un periodista... ¡Qué difícil y arriesgado es el trabajo del periodista! ¿Qué no…? La de nervios que pasan para ponerle la voz de su amo a la noticia, sin opinión propia. Cuando un periodista hace la noticia, me veis delante de él porque me lleva enfundando el micrófono. El micro siempre me lleva colocado para que se sepa qué emisora de radio o televisión es la mía. Yo soy la funda de espuma que protege el micrófono, prevengo la higiene y aminoro los sonidos explosivos y luzco mi logo. ¡No os podéis imaginar lo que he tenido que oír en mi vida, barbaridades auténticas! Me han metido bajo la lluvia, bajo la nieve y en ríos, para que la noticia parezca más potente y peligrosa. Recibo escupitajos y lluvia de saliva de los que hablan a través de mí. 

Hoy mismo, en un directo en televisión, he pasado vergüenza ajena, de la gorda, porque la periodista que me llevaba en ristre estaba narrando lo que ella tildaba de situación caótica y peligrosa y se veía claramente que detrás de ella reinaba la normalidad y la calma más absolutas. La chica se ha dado cuenta y yo me quería morir. Son gajes del directo. 

Ahora estoy en una tele de derechas y me cuesta creerme lo que dicen, es que estoy más a gusto en la izquierda, porque yo soy de origen humilde. Date cuenta de que mi precio de mercado es de veinte €, cinco unidades y encima soy desechable… Humilde y desechable… Y no puedo opinar, solo contarte esto porque tengo un amigo que me ha hecho el favor… Si no...no podría explicarte... 


 *B.M.*

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