*El ciclista*


 Hay algo que quiero confesar para que nadie se sienta inferior a nadie, porque estas cosas están entre las más importantes de la vida. Los que hemos sido ciclistas, no profesionales, pero aunque no hemos ganado dinero, ni tan siquiera trofeos, hemos hecho durante años y años, miles de kilómetros, en mi caso, yo llevé un registro diario y lo sé fehacientemente, los números globales asustan a un neófito, a mí me asombraron al principio, pero una vez constatadas las cifras, no tengo porqué dudar de quien no quiera creerlo, eso es estadística, puro goce por los números. 


 20.000 km al año durante 16 años son 320.000 km, 8 vueltas a la Tierra. Poderoso caballero es don número. Yo hacía 60 km de lunes a viernes, cada día, 100 km los sábados y 120 los domingos, corrigiendo días que no podía y fiestas y viajes, lo dicho, 20.000 km al año. En buena forma. 
Hoy comentaba con un amigo de aquel tiempo que había que dedicarse y salir, lloviera o hiciera sol. Yo comía ya cambiado de ciclista y salía para volver antes de que se hiciera de noche, cada día, llevando un ritmo de entrenamiento estudiado. 
Después, a los del grupo les decía, yo y los otros que salíamos a diario… ¡No he podido salir en toda la semana, estoy fatal…! ! Y en cuanto venía la primera cuesta apretábamos sin piedad! La bondad del ciclista amateur, es legendaria. 
Después de la estadística vienen connotaciones que están en el entorno del ciclista, y quiero referirme de pasada a la calidad de la comida que hay que observar y los  complementos en forma de cremas y aceites y uno es esencial: la vaselina. Un ciclista sin vaselina es como un jardín sin flores; no tiene sentido. Con la vaselina a mí me ocurre un hecho prodigioso y es que la voy utilizando y voy plegando el tubo que es de metal maleable y se dobla hasta la mínima expresión y ocurre que cuando ya creo que se ha acabado, no es así, queda y queda...una cantidad inverosímil para la imagen que representa el tubo vacío, o eso parece. 
 Hay quien dice que es la magia que nos acompaña por portarnos bien con el cuerpo. 
Ahí lo dejo… 

 *B.M.* 

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