*Embajadores*


 La importancia de la gestión, las más de las veces, no es saber hacer por ti mismo, por el contrario, lo importante es tener una agenda llena de teléfonos, de gente amiga, que sepa hacer, y tú meterte entre líneas como los futbolistas buenos, a repartir soluciones. Tuve una época buena en mis años de edad media. Ese término lo utiliza Pascual, es la edad entre 40 y 60, cuando más posibilidades tienes de triunfar en el sentido bíblico, y en el sentido de Mario Conde, todo te sale bien o eso parece…

 De la mano de nadie, en concreto, tuve relación con el ente, Instituto Cervantes. Es tan amplio el concepto que yo también cupe en él, sin tener cargo concreto, pero allí conoces el mundo de la representación idílica… y del protocolo y el inclinar la cabeza para saludar.
 Hay más de ciento treinta embajadores de España, repartidos por todo el mundo. No conozco a demasiados, pero a los que conozco y tengo relación les he cubierto un apartado que no les cuesta demasiado dinero y quedan elegantes, solemnes y académicos con mi aportación artística… Bueno… La aportación artística de un amigo. Ese amigo bastante joven que yo, guitarrista clásico, de cierto renombre y que a la vez interpreta cualquier cosa que le eches, con lo cual tenemos cubierta la música representativa, académica y patria, y el folklore más popular, cuando ya nos quitamos el traje. La suerte y la desgracia muchas veces van de la mano o en el mismo equipaje y se complementan sin reducirse. El guitarrista tenía pánico a volar y yo le acompañé y le fui instruyendo y distrayendo, porque tuvimos que hacer viajes largos, muy largos. La primera vez, por mis contactos, fuimos tres días a la embajada de España, en Camerún… Era un poco improvisado todo… Era el principio, pero a los postres aparecimos y, en vez del tocadiscos usual, les aplicamos una actuación de música en directo para unas ochenta personalidades de colores diversos, embajadores de países limítrofes… Tal fue el éxito por la elegancia y distinción del acto musical que mi teléfono, a partir de ahí, estaba en todas las embajadas de países, que a primera vista no serías capaz de situar en un mapamundi. Mali, Chad, Sierra Leona, Burkina Faso, Camerún, Tanzania, Kenia, Australia, Nueva Zelanda, han sido sede de nuestras actuaciones. Yo conozco, en primera persona, embajadores y embajadoras en sus momentos etílicos y de soltarse el pelo. Amigos en el sentido festivo y ceremonioso a la vez… Cómplices, mensajeros y destinatarios para enviar naranjas y jamones por valija diplomática… Una época dorada de viajar a un nivel impensable y retribuido, a la vez… Cosas de la vida, sorpresas entre líneas… 
 ¿Qué quieres que toquemos? ¿Me lo dices o te paso una propuesta? 
Tócala otra vez… Pedrito… 

 *B.M.*

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