*Calor*


 A Nerón, esto ha circulado poco y es poco conocido, lo hicieron santo en su momento glorioso, el más flamígero. Él, es bien sabido, era de carácter taciturno, porque aunque aún no se conocía el término bipolar, él ya tomó esos derroteros.

En sus ratos alegres, que los tenía, le gustaba jugar con las teíllas, una especie de cerillas de la época. Llegó a tener una destreza singular, con las teíllas. Formaba nombres a la manera de los anuncios de neón. Hizo uno precioso, que se ha visto plasmado en algún que otro lienzo, era de una lira con fulgor de llamas, mostrando el rótulo Roma, aunque él quiso poner en principio Amor, pero su inclinación a la dislexia le estropeó el plan. 
Era o quería ser rapsoda, pero sus versos eran ininteligibles hasta que encontró el modo de escribir a lo loco y ese sistema daba lugar a versos cortos con sentido intrigante. 
En un momento de creación, me contó que este mundo acabará en fuego, y creo que va a tener razón, por los síntomas que vamos detectando y padeciendo. Cuando hace calor, la gente piensa menos, come menos y no lee casi. Y cuando lee, en modo habitación refrigerada, los conocimientos y aprendizajes no son lo mismo que a temperatura normal. Entre 14 y 21° todo va mejor que entre 28 y 42. Esa duplicación de cifras hace que los lectores, por ejemplo, los míos, hibernen, por decir algo del mundo de los osos, que me gustan, o queden quietos, porque su cerebro no digiere palabras ni conceptos. 
Y mientras tanto, Trump, Aznar y Ábalos, que de humanos tienen un poco, van maquinando los aquelarres que nos tienen preparados con aranceles, guerras, estupideces y latrocinios… 
Que venga el frío pronto, porque de lo contrario, esto se va a incendiar, como bien me decía, Nerón… 

No sé si conocéis el término nubolet, pero es una bebida estival que se hace con agua muy fría y un chorrito de anís del Mico. Queda la bebida turbia como una nube y es ideal para las épocas de calor… En esta zona se solía beber bastante. 

 *B.M.*

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