*Ñu, eres un ñu*
Hay situaciones que es mejor no afrontar, ni pensarlas o imaginar ponerse en el lugar del sujeto agente.
Mira, si no, la vida de un ñu. Si él tuviera conocimiento, que por suerte, no lo tiene, ya se habría vuelto loco.
¿Qué devenir le espera a un ñu, que nace deprisa y corriendo, porque la naturaleza les hace nacer a todos al mismo tiempo, para que a los carnívoros no les dé tiempo a prolongar el pantagruélico festín de recién nacidos tiernitos y suaves? Después de ese nacimiento, a corre cuita, a contrarreloj, en minutos tiene que ponerse a correr al lado de la madre, y miles de otros ñus… Él no sabe lo que está pasando, pero debe darse prisa. Debe mamar y comer hierba, siempre deprisa y pararse o correr y correr, según vea hacer a los otros y avanzar y avanzar, no sabe muy bien adónde…
Un día no lejano, llega al río Mara, y debe cruzarlo huyendo de no sabe qué, nosotros lo sabemos por National Geográfic. Algunos de los ñus se van a ahogar y otros van a ser comidos por cocodrilos. ¿Es justo eso?
Después del Mara, hay pastos y leones y otra vez a correr… ¡Con esas prisas! ¿Cuánto tienes relax? ¿Y qué satisfacción vital tienes? ¿Entrar en la cadena trófica, en una secuencia lineal de organismos, para que los nutrientes y la energía pasen a otro organismo?
¿Es eso vida? No, de verdad que no.
Vale… Ahora cambia las circunstancias que quieras, añade lo que te dé la gana y cambia el nombre del animal… Quita el ñu y ponte tú…
¿Cómo te quedas? Pues eso es la vida… Un corre cuita…
¿Para qué? ¿Eh? Cuando lo sepas, me lo cuentas. ¿Para qué?
Me voy a comer una ensalada para estar tiernito para cuando me coman a mí…
No estoy bien del todo, ya lo sé, pero no te rías que todo esto, si lo piensas, es más serio de lo que te crees…
Se te está poniendo cara de ñu y no te has dado cuenta…
*B.M.*
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