*Atado y bien atado*
Nadie puede pretender que la gente cambie y piense o haga cosas como otro quiere, al menos en un espacio corto de tiempo, porque todo necesita maduración, y no quiero pensar en la manipulación de los cerebros a través de los medios de comunicación o de doctrinas religiosas o de la conducción de las mentes por los caminos de la educación dirigida.
Los escritores, que pueden considerarse versos sueltos, librepensadores, creadores y poco amigos de ser dirigidos, si van por libre, y se pueden financiar por su cuenta, pueden usar de su libertad, pero, tengo entendido, que los premios gordos, Planeta, Cervantes, Pulitzer, Goncourt, Nobel, tienen sus preferencias en cuanto a opinión de las novelas y temas tratados, por ello la libertad es de algún modo vigilada o encorsetada.
Unos escritores andan con la marca de izquierdistas y comunistas, y otros van con sus banderas nacionales, enarboladas como si fueran su posesión más valiosa.
Al final la transmisión de la idea más simple es para mí el mejor logro y lo que te da soplos de vida para avanzar hasta cumplir los mil meses, que es una meta nada fácil de conseguir en plena forma mental y física.
Lo de envejecer y desaparecer cuando mejor es el caldo que producen las células grises, lo tengo que tratar la próxima vez que creemos el mundo, el creador o la creadora y yo.
Ahora me tomaré medio vaso de Anís del Mico, para celebrar la Navidad y que Felipe VI, como siempre, ni ha dicho nada que valga la pena, ni ha declinado el ser inviolable para que vayamos siendo todos iguales ante la ley, eso parece que dice la constitución, pero no hay bemoles para cambiar ni una coma, y que sepamos que no está haciendo lo mismo que hizo su padre. Tal como está todo, si atropellara a alguien y lo matara, no se le podría juzgar…Ya ves tú!
Atado y bien atado, lo tienen todo amarrado.
*B.M.*
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