*El espejo milagrero*
Es muy difícil que no esté inventada, postulada, impresa y publicada ya, sea como fuere, yo la tengo como propia desde hace tiempo, aunque la verdad es que no la practico en absoluto y debería… Es la que yo llamo “ la terapia del espejo “
En cuanto oyes hablar de ella, te suena como si la conocieras de siempre, ya verás… Te pones delante del espejo y te hablas a ti mismo, y te dices lo que deberías hacer, y te preguntas lo que quisieras saber, y te contestas, y te comprometes a hacerlo.
Desde hace un tiempo, peregrino por las mesas de los bares, a horas determinadas por el hambre, almorzando al estilo de aquí, mientras se desgranan discursos y comentarios repetidos como un eco vacío en el tiempo, nada aportan de nuevo, si no son noticias de última hora o de fútbol o de titulares de periódicos repetitivos y sin reflexión alguna.
Yo dejé el confesionario, dejé al cura y dejé a la iglesia porque se repetían. Y no aportaban nada. Dejé algunas novias y amigos por lo mismo. Y como lo que haga o donde vaya no aporte nada nuevo, lo dejaré y me centraré en lo que me haga feliz… que a veces es no hacer nada.
Lo que no te hace avanzar, te hace retroceder o te hace perder el tiempo, y no hace falta ahora perder el tiempo por nada, ni para nada.
*B.M.*
Comentarios
Publicar un comentario