*Tiempo de amor*


 Hace unos días hablábamos del amor, recuerda,  del amor paternofilial, del amor a los dioses,  del amor a los amigos y del amor a la pareja o parejas y del amor a las mascotas y a la comida y a la bebida. 

No damos el valor y la importancia al amor casi nunca, así somos de inconscientes y desagradecidos con toda la saga de Cupido, que el pobre anda resfriado por ir insinuándose por ahí medio desnudo.

 Si supiéramos, con certeza, cuál iba a ser la última vez en que vamos a ver a un ser querido, pondríamos más interés en las relaciones, no es así porque tenemos las células con las defensas caídas. No sabemos apreciar nada, nadie sabe, solo cabe pensar que la aristocracia que tiene las pituitarias y las meninges fundidas por las drogas, y necesitan tener títulos y ostentar grandezas de España para parecer importantes. 

Hay una anciana que es tres veces grande de España, no saben ni medir ni contar, si eres grande, eres grande, lo malo es que ese tipo de grandeza huele a podrido. 

Un olor cada vez más fuerte…y como a difunto, no?


 *B.M.*


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