*Azahar*


 Anoche me acosté con una cifra de 30 muertos en el atentado de Moscú, reivindicado por El Estado Islámico, la vida sigue, no igual, pero sigue… 

Hoy, caminando como cada mañana por el extrarradio del pueblo, donde ya comienzan los campos de naranjos a mostrar nuestro pasado rural, al coger unas flores de azahar, una pequeña ramita, me he pinchado; pinchazo sutil, que me ha producido el pinchito que tiene estratégicamente colocado el naranjo para que no le acosemos. 
El olor de azahar es el perfume de mi niñez, el de siempre, el que marca los momentos de inicio de la estación que va avanzando hacia los colores, los olores y la luz. Si nunca te has pinchado cogiendo una ramita, hazlo, es un mal menor, arriésgate y cógela porque vale la pena pincharse, si acaso te pinchas, porque el olor te penetrará y quedará marcado en tu cerebro, atesorando la fragancia que ya nunca vas a olvidar. Olor dulce, floral y cítrico, relajante y reconfortante. Azahar es palabra árabe, como tantas otras que usamos. Az-zahr es flor y flor es belleza y armonía y obsequio. 

Ahora que dan las 12:00 ya son 115 los muertos y la cifra va subiendo, a pesar de eso, las flores en su inconsciente inocencia geológica continuarán ofreciendo su olor, bien sea para una celebración, bien sea para un responso. 

 *B.M.*

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