*Bibliotecas*

 Cuando llegas a un lugar que no conoces y vas a comer a un restaurante, la carta puede y suele estar magníficamente redactada, pero la visión de las raciones  encima de las mesas te da, exactamente, la medida de lo que te vas a comer. Aún hay otro modo de actuar qué te dice que tipo de salubridad, de limpieza y de alimentos te van a dar y ese método es, con todos los miramientos, entrar al water y a los aseos y en función de la limpieza que encuentres allí, de esa manera te van a servir.

De ese mismo modo cuando llegas a una ciudad, el índice de cultura que tiene, te lo va a dar la cantidad y calidad de las bibliotecas que hay. Visita las bibliotecas y sabrás cómo tratan los políticos a la cultura y a su ciudadanía.

Cada vez que entra un nuevo gobierno, el concejal de cultura se monta a lomos del caballo del querer hacer y sale disparado en todas direcciones, queriendo solucionar y arreglar lo que nadie fue capaz de hacer antes y que él tampoco hará.

Castelló, nuestra capital, tiene una falta patente, total y absoluta de bibliotecas. Sólo hay tres que puedan hacer cierto honor al epíteto, los otros seis “lugares” de lectura, son eso, lugares de lectura. La de la calle Mayor no necesita reforma alguna, necesita tirarla y hacerla nueva; por sus paredes aparecen gusanos cada día, los baños son horribles, los libros bueno...mejor no hablar, lo único que salva la situación es la singular amabilidad de los que trabajan a nuestro servicio en las bibliotecas y puntos de lectura.

Los gobiernos que nazcan de las nuevas elecciones, que parece que vienen a no tardar, tienen un motivo de lucimiento especial, poniendo al día nuestras bibliotecas. Sugiero que eso es muy sencillo con solamente viajar a algunos pueblos y capitales donde se han diseñado bibliotecas como tales y no se han reutilizado edificios viejos, metiendo libros y estanterías a casco porro.

El Edificio de Borrull podría albergar una biblioteca con mayúsculas, la casa de Cultura y el edificio que ocupaban las monjas en la calle Gobernador y La Pérgola.

Y en la periferia alguna iglesia que esté inmatriculada y no se use (San Miguel, San Francisco, Carmelitas)

Los políticos cuando van de viaje...que visiten las bibliotecas de los lugares y tomen nota...

Las hay muy buenas con edificios concebidos como biblioteca, que es lo que debe ser.

B.M.