*El postre*
Varias veces al año, dos, tres, durante cinco o seis años, buscando un sabor entre dulce como el Goxúa, pero más simple, como nata montada dulce, no demasiado, pero dulce y el ácido de la uva negra, con otro matiz, que no sé cuál es.
Cada sabor independiente.
Solo recuerdo que lo comía frío en un tazón blanco, sin asas, con cuchara grande y había bastante cantidad. Lo hacía mi madre, porque no había heladería o pastelería cercana donde comprarlo.
El del matiz es un sabor que podría ser maracuyá o algo así de exótico, pero en aquellos años no había de eso en España, al menos aquí.
No eran ni moras, ni arándanos. ¿Qué pondría mi madre…? ¿Qué podría ser? Necesito encontrarlo, necesito ayuda, pero no sé describirlo. Me falla Proust. No me lo puedo creer…
Dejaré la búsqueda latente y supongo que con tiempo lo encontraré, ya me ha pasado otras veces con otras cosas…
No sé si has estado en mi pueblo, podría ser, pero de allí tengo grabado un sabor-olor-textura-color que, cuando pienso en ello, me entra hambre, y es muy simple, pero comido allí, en esa mesa… Allí es diferente.
Una superrebanada de pan de hogaza, recién hecha, de dos dedos de grosor, tomate restregado y aceite auténtico y encima una tortilla francesa… Con un intenso olor a huevo…
¡Ves, eso lo recuerdo tal cual! Y con el postre de mi madre no me quiero obsesionar… Ya saldrá…
El matiz podría ser…tal vez madroño… Cuando ya está muy rojo y dulce… Sí… Creo que lo encontré…
Buscaré madroños y uvas y goxúa o nata montada, y lo probaré, y ya te digo algo… Cuando lo pruebes, de buen seguro te va a gustar…
*B.M.*
Comentarios
Publicar un comentario