*Integración extranjera*
Señora… ¡Qué bien, en forma, con tanta escalera arriba y abajo, es como ir al gimnasio todos los días…!
Me estoy dirigiendo a la señora a la que me estoy cruzando por la calle, debe tener más de 80 años, va con la bolsa de la compra y escala una de las mil y una calles con escalones que hay en Morella.
Calla, calla… ¿En forma? ¡Lo que daría yo por vivir en el llano y no subir y bajar…!
A mí me parece que la señora está en forma, aunque le cuesta subir… Pero ella preferiría llano y sillón… Esta mujer no necesita ejercicios suaves de tercera edad, ya tiene su ración de fuerza y se la ve perfecta, aunque ella no se da cuenta…
Le digo que su pueblo es muy bonito y me dice que como ha vivido toda la vida aquí, ya no se da cuenta, pero insisto, y ella, a lo suyo, me cuenta que de su edad ya van quedando pocos y ahora los comercios y los bares son de extranjeros, ya no conoces a nadie… Veo en el INE que el 12 % de la población, que son alrededor de 320 personas, son de nacionalidad rumana y brasileña, en su mayoría, y regentan algunos de sus propios negocios. El único handicap a esta situación es la falta de integración social y la casi nula aceptación y uso del idioma local. Creo que los datos socioeconómicos, a la señora con la que hablo, no le interesan demasiado, aunque sean de importancia para el futuro. Un dato, en las últimas elecciones 2023, dejando de lado la ley D'Hondt y mirando las cifras, 1586 votos dieron lugar a 11 concejales, a los municipios entre 2001 y 5000 habitantes le corresponden 11 concejales. Cada concejal costó 144 votos.
Si todos los rumanos, 320, votan al mismo partido, el suyo, sacan 2,22 concejales, como PP y PSOE suelen empatar, podía darse el que el alcalde fuera rumano.
¡Menudo Sexenni se iba a propiciar!
No digo que no, pero tampoco digo que sí…
Creo que lo de la integración no se está cuidando demasiado… Veremos cómo queda todo esto en próximas ediciones…
Ya te contaré…
*B.M.*
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