*Soledad*


 Hay siglos en que los dioses te dan protección, o bien porque están aburridos, o bien porque saben que eres un juguete para sus abyectas intenciones, son jugadores de pasatiempos arriesgados, y otras veces te cuidan, sin darse cuenta… 

Con los años, los mortales, adquirimos habilidades que nos sirven para protegernos de las inclemencias diarias y de los desórdenes que pululan por doquier. 
 Creo estar curado de espanto de un buen número de cosas, pero voy observando y aprendo algo nuevo cada día, y hoy, tomando café, mientras iba mirando el panfleto que lleva por nombre “El periódico Mediterráneo“ que hay que ver la destreza que tienen haciéndolo mal… Estoy escuchando, porque hablan a voces, a los de la mesa contigua… Son dos amigos o compañeros de fatigas… Uno con cara de viudo reciente, se lamenta ostensiblemente, mientras bebe un carajillo… y va diciéndole al compañero de mesa… ¡Qué mal se vive solo, qué mala es la soledad…!
El otro le mira y medio asiente. El lamentante tiene un rictus como de reo de banquillo de juzgado de lo penal… 
El hombre necesita darse lástima y en verdad que se lo cree… Pero va avanzando en la disquisición de su pena y pide otro carajillo… 
Y en unos minutos ya se ha distendido la situación, y se cuenta algún chiste y ya se habla de que el viernes por la noche hay baile, donde la tercera edad… Y allí va una viuda que suele ir cada día, la que siempre le ha gustado, dice el neo viudo. Lo que él no sabe es que la viuda de buen ver, que tanto le gusta, odia a los que beben alcohol. 
Va a haber complicación, ya lo verás… 

 *B.M.*

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