*Manolo…colombaire*

 Hay personas a las que se recuerda con absoluto agrado… Mi amigo Manolo era una persona entrañable, fue fundador de un partido político de derechas, por ser hombre de iglesia, no por razones extremas, como ahora ha derivado la derecha. Buena gente, porque entre la gente de iglesia también hay gente de bien. Mi padre era de iglesia y de derechas, pero honrado, como mi amigo. Manolo, trabajador, amigo de sus amigos y mío, también… No pedía favores políticos, aun pudiendo hacerlo y estar en boga el hacerlo. Todos eran enchufados y aprobaban oposiciones en su partido, mediante el contrabando de las respuestas de los exámenes. 

Hay cientos… ¡Qué digo cientos…! Miles de funcionarios de carrera de ese partido, porque les pasaron las preguntas. Y ahora se les llena la boca de satisfacción y orgullo, diciendo: Soy funcionario de carrera, de oposición… Si no sabíais cómo lo hacían, pues ya lo sabéis… 

 Manolo, en un momento determinado, necesitó ayuda para su hijo… Y no la pidió… Era demasiado buena persona y muy prudente. 

 ¿Sabes quién se lo resolvió… ? Pues sí… Fui yo, que no soy de ese partido, pero podía hacerlo… Y lo hice. 

 Me queda el recuerdo de Manolo, un recuerdo agradable y una frase memorable, que él vivió en sus propias carnes… “Cuerpo a tierra… que vienen los míos“. 

Ojito con la vorágine… Que no te pillen Zaplanas, Mazones o Ayusos… Que te llevan por delante sin darse cuenta, porque ellos van a lo que van. 

Tengo in pectore, una tesina pequeña, casi terminada, que estudia la bondad de las personas que, casi sin querer, ayudan al camarero a recoger los platos y los cubiertos de la mesa… Y de segunda parte del estudio, porque había que hacer dos, tengo otra que versa sobre la bondad de los colombaires, que en castellano se traduciría como palomero, pero el sentido es otro… Ya lo conoces… 

Los colombaires son buena gente por naturaleza… Manolo era colombaire, y ayudaba al camarero a recoger los platos… Lo tenía todo para ser buena gente…Y lo era… 

 *B.M.*