*Vino*
Algo se me debe escapar, lo reconozco, la psicología no es mi fuerte y por más vueltas que le doy, no logro saber el porqué, la verdadera razón, que impele a mi vecina a tener un comportamiento rayano con la desfachatez, la falta de cordura y una irracionalidad manifiesta, a no ser, que todo se deba a que bebe cada día dos litros de vino… Tal vez sea eso… No sé… Porque dos litros son diez veces lo que yo bebo y debo confesar que a veces se me sube a la cabeza y me da la sensación de que estoy más lúcido de lo normal, para escribir.
Los que nos hemos criado al amparo y cobijo de la Iglesia Católica, hemos aprendido que el vino aparece por todas partes en las celebraciones de la iglesia… Noé se emborrachó. En las bodas de Canaán hubo vino a raudales y conversión de agua en vino. Dicen en misa que el vino es la sangre de Cristo y se lo beben delante de ancianos, niños y alcohólicos. En la Biblia se cita el vino, cultivo, elaboración y consumo más de ciento cincuenta veces. Las viñas y las vides y el vino han sido exaltados por siempre.
El Mediterráneo, donde ha florecido la religión cristiana y el judaísmo, son zonas vitivinícolas y la religión ha usado el pan y el vino en sus evangelizaciones desde siempre.
¿Ves ahora por qué no tengo claro acusar a mi vecina ebria o sobria de nada…? Porque tal vez su afición a la religión, es la que la acerca al vino, o es, tal vez, el vino el que la acerca a la religión.
Sea como fuere, cuando caiga por las escaleras y se descalabre, ya llevará la anestesia metida en el cuerpo…
Ya te contaré…
*B.M.*
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