*Idioma propio*


Ella tendría no más de ocho años, y yo bastante más de once lustros. Ella inventó un idioma con sonidos sorprendentes, llegamos a hablarlo, memorizamos frases cortas y otras más largas y nos las decíamos delante de gente, con divertidas reacciones y caras de asombro por todas partes. Tengo guardada la chuleta que me dio, dentro de algún libro que de vez en cuando consulto y la repasé y recordé que más que el idioma en sí, era el ansia de compartir cosas en secreto.  
Ahora ya hace años que no hablamos, prácticamente en ningún idioma, pero yo, que soy amigo de las lenguas y tengo al catalán como lengua materna, intento aprender otras por si alguna vez tengo algo que decir y creo que si tengo el continente, el contenido, me preocuparé en conseguirlo. Espero que haya tiempo para eso, porque soy de la opinión de que el tiempo no existe cuando tú no estás allí. Se queda parado hasta que apareces y se vuelve a poner en marcha. 
Esa misma teoría la tengo trazada para el misterio de la muerte, que yo lo tengo solucionado, con presencias y ausencias… Por si te aclara algo el concepto, imagina que estás en una multi sala de cines y en cada sala hay una película en sesión continua. Tú estás en una sala y cuando te mueres, sales de esa sala y entras en otra. Hasta que ves esa otra película, te vuelves a morir y vas a la siguiente sala. Un bucle sin fin hasta que hay un apagón, y la oscuridad se apodera de las imágenes y el vacío se adueña de los sonidos… 
 Si eres capaz de leerme… Te lo explicaré… Ya me irás entendiendo… O algo parecido… 
 No sé si me explico… 

 *B.M.* 

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