*Shakira*

He leído que Shakira, la famosa cantante y compositora colombiana que nació el día de la Candelaria de 1.977, esto lo sé porque yo nací un día después, varios años antes que ella. 

Yo no tengo ni idea de bailar ni de cantar, pero aunque no soy fan, me gusta en conjunto lo que hace y con sus 157 cm, tiene unas actuaciones de más de tres horas seguidas bailando y cantando como una posesa, y con técnica sublime maneja su cuerpo por dentro y por fuera, ya que para no tener que ir al baño, no bebe agua en las cinco horas previas a la actuación. Después, eso sí, tiene un ritual de compensación que es de admirar. 

 Cierta vez, hace unos pocos años, una amiga y yo, nos fuimos de viaje a San Petersburgo, ciudad increíble, con más de cien teatros y el Hermitage, uno de los mayores museos del mundo, con más de 3 millones de piezas. 

 Siempre pensé en que lo que ocurrió allí, no lo contaría nunca, pero lo voy a contar: 

Una mañana, visitando el museo, nos detuvieron a una chica que venía conmigo y a mí. Se montó un lío terrible, aquellos guardias solo hablaban ruso y nosotros nada de ruso y, claro, no había forma de entenderse. Serían las 12:00 del mediodía y el museo es tan grande que si no tienes la precaución de ir al baño al entrar, y después de una noche de discoteca y bebidas con y sin alcohol, si te entran ganas de mear, estás perdido. Y al menos a mí me ocurre que, si tengo la sensación de que no hay posibilidad de mear, se acrecientan las ganas y así le ocurrió a mi compañera y por mimetismo a mí… Sin que lo pudiera remediar la técnica de Shakira, que no conocíamos entonces, ni la fuerza por no efectuar micción alguna, en un rincón de la escalera principal del Palacio de invierno, si conoces el lugar, debajo de la escalera, aunque muy iluminado, hay un amplio recinto en el que te puedes esconder detrás de un enorme búcaro de mármol de más de 2 m de altura, Criss se agachó allí, yo intenté taparla, pero vi que en lo alto dos guardias nos veían y yo, para repartir la culpa entre los dos, hice lo propio y al lado de ella solté una meada descomunal, que nos costó 24 horas de resto y una multa de 100.000 rublos y además una inscripción en el pasaporte como viajeros no deseables en el país. El viaje fue precioso hasta ese momento en el que se encareció para los dos en más de 1000 €, que es lo que costó al cambio la multa. Si vas allí, recuerda ir meada o meado de casa, aunque ahora venden unos recipientes portátiles que quedan camuflados debajo de la ropa amplia “Mingitorio portátil“ se llama, con capacidad de 1 l, se vende en Amazon… 

Mira, voy a comprar uno… Porque sabiendo que lo llevas detrás, ya tienes mucha tranquilidad ganada y no piensas en mear y tienes, tal vez, el consiguiente ahorro en multas y arrestos. 

 *B.M.*