*La bruja*
Tengo una vecina que es bruja. Nunca os he hablado de ella, pero ya es hora. Si recordáis a Golda Meir, aquella política de los años 70, primera ministra de Israel, pues Golda era un bellezón comparada con mi vecina, aunque el estilo era similar.
No sé si tenéis edad de conocer el mundo de cuando las mujeres que llevaban faldas holgadas y largas, negras casi siempre, ponían las piernas en compás y sin que pasase nada que extrañara a las gentes de entonces… meaban, hacían pis, evacuaban, como gustéis llamar a esa función fisiológica natural y normal por lo demás.
Yo la he visto mear de esa guisa en la plaza del pueblo en plenas fiestas, entornando los ojos y poniendo cara de alivio. Así era la cosa entonces. Digo que es bruja y lo voy a mantener salvo pruebas en contrario, porque yo la vi beber vino en porrón, lo dejó vacío partiendo de estar lleno hasta el gollete, mientras con la otra mano, freía patatas, manejando la paleta de madera, y la gracia y brujería era que nos enviaba a los niños de su calle, a cambiar los porrones que vaciaba por los que estaban llenos de las otras casas vecinas, que solían estar en la mesa del comedor. En aquel entonces las puertas de las casas estaban abiertas dia y noche.
Nunca la vi marearse, ni dar traspiés, hasta que el día de Pascua de hace ahora treinta años, se cayó al pozo de la plaza y se ahogó.
La gente, que sabía cosas, dijo que si en vez de agua, el pozo hubiera tenido vino, aún estaría viva la señora Pascuala, que ese era su nombre y era oriunda de Vila-real, a cuyos habitantes se les llama borrachos… No sé bien por qué será…
*B.M.*
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