*Heredia*

 En la parada del mercado, en la pescatería -es correcto decirlo así- haciendo cola… 

Ya me toca… La pescatera -repito, es correcto decirlo así también- es ucraniana, vivaracha y ya está diecisiete años aquí, conoce a todo el mundo y su hijo igual, y te guarda lo que sabe que vas a querer si eres asiduo de los miércoles y los sábados que es cuando están, genero bueno y fresco y el precio normal tirando a alto, pero es lo que hay, yo compro siempre lo mismo, cuatro sepias sucias pequeñitas, diez galeras, cuando hay, y un filete de ventresca y cuando trae, hígado de rape, me encanta… Solo sabemos lo rico que está la pescatera y yo, si no me lo quedo yo, es para ella, así me lo dice… 

Vende y canta recetas para cocinar qué pescado, qué ingredientes y las cantidades… 

En eso… Una mujer que conozco de años, se me acerca y me dice:

--Perdone, ya le he visto varios días y nunca le he dicho nada, me daba vergüenza.

—Dime, no pasa nada no te dé vergüenza.

--¿Sus padres tenían una imprenta y papelería y librería?

—Sí…le digo. 

Entonces ella en voz más alta y para que todos los que están en cola se enteren, dice:

--Los padres de este señor me daban de comer a mí, y a mis hermanos, casi todos los días íbamos los tres hermanos a su casa… 

Y yo añado solo para ella:

--Y mi madre os lavaba la cabeza con aceite, jabón y yema de huevo, cada quince días.

Y ella, recordando su niñez… Una niñez malhadada, llena de privaciones y denostada por su etnia gitana, Heredia, por apellido; que de todo hubo en esa familia, trabajadores y algún caso descarriado, pero en el fondo, buena gente, ella, digo, ha dejado caer dos lágrimas, que eran un compendio de ternura y agradecimiento a mi madre y a mi padre… Que siempre tuvieron una innata necesidad de ayudar a los demás desinteresadamente, que hacer el bien y publicarlo es cosa interesada y no tiene valor… 

Yo después de este encuentro me he sentido bien.

Después, al cabo de una hora, me ha vuelto a ver y ya me ha saludado con la afectividad y la sonrisa que eran para mis padres y yo era solamente el vínculo de unión propicio.

*B.M.*