*Vidilla*


 ¿Otra vez te vas a casa a leer? Siempre me dices lo mismo. Bueno… Es la verdad, como ando falto de memoria, te digo la verdad y es más difícil equivocarme, pero puedo decirte que voy a dormir la siesta… si no hay más temas para comentar, con eso vale… 

 Me duele, pero si quieres vivir dentro de tu caparazón, como un caracol, adosado a las paredes que no te dejan ver el exterior… no voy a ser yo el que te diga qué tienes que hacer… Aunque tal vez me sentiría mejor si hicieras algo que te diera alas y un poco de vidilla… Te estás atrofiando y cada vez tenemos menos conversaciones interesantes… Todo lo que hicimos punible, ya ha prescrito, ya ni odiamos, ni amamos con suficiente fuerza como para que se note. Ni comemos dulces, ni ponemos sal a los guisos para cumplir con las analíticas, que de todas formas nos van a matar, dales tiempo y verás… 
Las actrices que estaban estupendas se han ido momificando y los futbolistas que marcaron nuestros goles ya han muerto… No vivimos en un valle de lágrimas, porque somos unos descreídos que hemos aprendido algo, leyendo unos pocos libros. 
 Siempre confiamos en que “Cualsevol nit pot sortir el sol“, y no es una mala confianza…
 No han ocurrido milagros nunca… y no creo que ocurran ahora… 

 *B.M.*

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