*Partos raros*

 En el tiempo del Marqués de la Ensenada, el que quiso exterminar a los gitanos en España, que por cierto tiene calle en Castellón y ahora hay una propuesta para cambiarle el nombre por el de Calle de los Gitanos, en aquel tiempo, digo, como siempre por los gobiernos pululaban iluminados que querían alumbrar sus partos mentales para lucimiento personal, sin pensar en el pueblo, vaciando en oropel, las arcas, sin miramiento alguno. 

 Es muy curiosa y enfocada desde el punto de vista del Monopoly, brillante, y fue esta idea: Era el año de 1786, reinando, o lo que fuera que hiciera Carlos III, que ya se saben los negocios que se traen entre bolsillos las monarquías antiguas o recientes… Se les ocurrió la idea de que aprovechando el río Guadalquivir y enlazando los tramos de dos o tres ríos más, unir Madrid con el océano Atlántico, únicamente eso, 771 km navegables para hacer llegar el oro, el café, el tabaco, los tomates o lo que fueran recolectando de las colonias a la Corte, cuando no robando. Olé, olé y olé… Pues, sí, señor, comenzaron las obras que quedaron finalmente paralizadas porque no pudieron salvar unos desniveles que fueron apareciendo en algunos tramos finales… Y no pasa nada, va a ser como la ciudad de la Justicia de Madrid, que ni asoma el morrito después de despilfarros continuados.  

Despropósitos, sinvergüencería y chulería de los cretinos políticos, que una vez aforados se ríen a mandíbula batiente, sin que nadie cambie las leyes y que por esa bula, desde Felipe VI hasta el último ladrón campan a sus anchas por la Villa y Corte y por provincias y pueblos de nuestra sufrida patria…  

Estamos a la espera de que explote el masclet Mazón-Vox, de un momento a otro… 

 Y la lluvia sigue llorando sobre Valencia por los 228 muertos, abandonados a su suerte mientras el presidente hacía la siesta en el Ventorro… 

 De la que no sabemos nada es de la chica… Algunos arreglos, habrá… Seguro. 

 *B.M.*