*El foro adecuado*


 Como en la escena de la película, en la que uno se hacía invitar al acudir a la mesa del bar, a aplaudir los poemas y escritos del invitando, y cuando se le acabó el dinero al poeta, este le dijo al auto invitado que no viniera más, que ya no había dinero para más invitaciones… Así, de este modo, Pepe, se acercaba a las mesas que aún le soportaban y preguntaba: ¿Me puedo sentar? Otras veces decía: Me gusta este foro. Como dando por asumido que su presencia era bien recibida… No era así, porque cuando se iba, o cuando no estaba, o estaba llegando, se cuchicheaba: Es que no es fácil de soportar con sus intervenciones entre cáusticas y poco graciosas. 

Hasta que llegó el día en que alguien le dijo que para hacer el tipo de comentarios que hacía, soltando noticias falsas de su cosecha o proclamando: Que aquí lo que hace falta es un Hitler… Que no viniera, porque no era bien recibido… 
 Para soportar frases agridulces, sin sustancia, y sin ninguna mira de contrastar pareceres, no hacía falta que se sentara a nuestra mesa. Que podía sentarse en la suya y esperar a que los de su opinión acudieran a ella. 
 Es bien sabido que es mejor uno contrariado que cuatro o cinco incomodados por ese uno. 
 A estas edades hay poco que aparentar… 

 *B.M.*

Comentarios

Entradas populares de este blog

*L’Egypte*

*Bous al Carrer*

*Apapachar*