*Mentir*

 Cuando te pones a escribir, te pones a mentir, eso al menos es lo que hago yo. Recuerdo, desde pequeño, contarme cuentos e inventarme historias que causaban asombro a los que oían lo que yo refería como si lo acabara de vivir. 

Además, me parece que me metí en este mundo con un alto contenido de ficción y allí estuve hasta hoy.  

Hace nada leí a una audiencia, un relato corto, inventado en unos minutos, y me satisfizo una frase que oí de pasada a uno de la concurrencia. ¡Qué imaginación tiene! Con eso me di por pagado, pero he de decir que no me cuesta escribir. Me parece que es el Bic el que tiene la magia de deducir lo que pienso en ese instante mágico. 

 Si escribes, puedes decir que el cielo es rojo o azul o verde o amarillo, sin pensar por qué, o que los pájaros llevan sortijas en sus garras, o que los peces van a venir a la cena de algas que estás preparando en tu casa, o puedes cambiar gobiernos o poner trabas al abuso o quitar el hambre y dejar sin sentido palabras como discriminación o racismo, o pobreza o guerra. 

 Trocar los miedos en felicidad, al fin, que de eso se trata escribir. 

 *B.M.*