*La letra*
La letra de médico, cuando las recetas las escribían a mano, no podían ser leídas por los humanos, solo el farmacéutico adivinaba lo que allí aparecía, pero esa letra o esos garabatos, tienen un nombre muy sonoro, garambainas se las denomina. Yo, que escribo a mano con bastante asiduidad, he pasado de garambainear a caligrafiar bien, escribiendo de forma clara y precisa. Estoy sorprendido de la calidad de mi letra, nunca lo hubiera imaginado.
Antes reconocíamos la letra de los más allegados, yo aún reconozco la letra de mi padre y la de mi madre, pero las de mis hijas no las reconozco.
La informática no nos da la capacidad de hacer los trazos y la escritura pierde personalidad, y la inteligencia artificial puede restar gracia al estilo del escritor, por lo que al parecer vamos encaminados hacia una monotonía de relatos, con letras todas iguales o parecidas, menos mal que tenemos todas las obras escritas hasta ahora, por si a la gente le diera por leer con calidad.
*B.M.*
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