*La letra*


 Hay cosas que te alegran en cuanto las ves o las descubres, habiéndolas tenido delante sin fijarte o sin caer en la cuenta de que eran parte de ti, o deberían haberlo sido. ¡Inconsciente, que eres un inconsciente…!

He descubierto hace un momento el placer de ver una hoja en blanco esperando a que yo coja el Bic y me lance a flanear con mi mano y mi subconsciente a ver que queda escrito. He descubierto también una hoja escrita con la que parece ser es la letra de mi hija. Me duele no conocer la letra de mi hija, debí conocerla mejor. Recuerdo, eso sí, la letra de mi madre y la de mi padre, incluso la de mi hermano y la mía, que después de haber utilizado unos veinte Bics y quince o más cuadernos, tamaño folio, ha mejorado ostensiblemente. 

Antes escribía con prisa, como con ganas por terminar pronto, y al cabo de un día, volvía al escrito y no sabía lo que allí decía. Ahora las palabras toman conciencia de ellas mismas y aparecen dibujadas con cierta gracia, y puedo leer lo de meses atrás con inusitada facilidad. 

Las prisas, a veces, no nos dejan reparar en lo que es importante y pararnos a hablar de ello, y si hay algún problema, solucionarlo, y reconocer si te has equivocado, y pedir perdón o perdonar, y seguir queriendo o comenzar a querer si se te ha olvidado cómo es eso. 

Ya lo sabes… Tenía que decírtelo… 

 *B.M.*

Comentarios

Entradas populares de este blog

*L’Egypte*

*Bous al Carrer*

*Apapachar*