*Odio*
Si eres lo bastante bueno en cualquier cosa, te crearás tus propios enemigos. Me encanta esa frase llena de desafío, porque el valor y el tamaño de una persona se miden por la calidad de sus enemigos. Y por su capacidad para el perdón. Eso no lo tengo asumido, no lo he buscado todavía.
¿Qué sería de Sherlock sin Moriarty o de los Capuleto sin los Montesco?
Al enemigo se le puede odiar, no despreciar; el desprecio es poca cosa para un enemigo de valía. ¿Qué sería la iglesia sin el ateo, el librepensador o el irreverente?
Sin enemigos, ¿contra quién puedes demostrar la valía y el ideario que tienes? Tener un enemigo te permite culpar a alguien de lo que haces mal. Europa logró vivir sin enemigos, después de la guerra, vivieron en paz, pero vino la crisis y se tuvo que buscar un enemigo para luchar contra algo y entonces apareció el inmigrante, el refugiado, el otro.
Sartre dijo: “El infierno son los otros”.
El gobierno tiene como enemigo al pobre y al que no le obedece.
Las mujeres tienen al machismo enfrente.
Yo también tengo enemigos, pero los mantengo a raya. No deben ser de mucho peso, porque duermo plácidamente cada noche.
Cuando de niños jugábamos, hacíamos dos bandos, indios contra vaqueros, policías contra ladrones, y así íbamos ejercitándonos en el noble arte de odiar al otro.
Avisado quedas... Si no tienes enemigos, no existes.
*B.M.*
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