*Dante*


 Siempre he querido contarlo y no lo he hecho hasta hoy. 

Dante, así me lo dijo, no recuerdo el año, conocía pero nunca había probado el All i Pebre, ni la paella de la Plana Baixa, era muy aficionado al bou de carrer, y a los mercadillos de los pueblos. Fue un afamado concubino de varias vendedoras de ropa ajustada y de lencería fina, experto en artes marciales, hasta que uno de mi pueblo le rompió varios huesos, sin despeinarse, por una discusión sobre su hermana, que aunque no sea muy importante, era algo casquivana. 

Dante en su época comía Garum cada día, era una adicción, porque eso comían los de las altas esferas sociales en su Florencia natal. Llegó a mi vida a través de la Divina Comedia y por eso congeniamos y me contó lo que sé de él; murió demasiado pronto, y con su óbito, dio paso a que otras obras fueran leídas, porque de haber vivido veinticinco años más, hasta los ochenta, en todo ese tiempo hubiera dado a luz obras de valor con mayúsculas. Valor intrínseco, valor inconmensurable, valor inenarrable, obras que hubieran eclipsado, sin lugar a dudas, cualquiera otras que aparecieran en cualquier tiempo y lugar, pero la historia pone a cada cuál en su lugar, se muera como se muera, y la malaria lo apartó de este mundo y lo unió al mundo particular de muchos, incluido el mío. 


 *B.M.*


Comentarios

Entradas populares de este blog

*Huidas*

*Nules News, 2*

*Camposanto*