*¿Porqué escribes?*
-¿No te cansas?, me pregunta Jaime.
-Cada día, escribir, para mí me supondría un mundo.
-¿Y tú qué dices?
-Para mí es una necesidad, no me impongo obligación alguna. Hay días en que escribo tres relatos, otros uno solo. Me tiene que venir lo que escribo, no pensarlo. Llevo 390 entradas desde el 14 de noviembre y han leído mi blog cerca de 10.000 personas, de las que conozco a muy pocas. Puede que con mucho tino conozca a ocho o diez.
La clave de mi constancia es que el blog es como un diario de sensaciones para mí. Cuando miro relatos de atrás, me acuerdo hasta del momento exacto de escribirlo y el porqué lo hice. A partir de ahora voy a concentrarme solamente en ficción, porque el mundo real cada vez tiene menos sentido para mí. No hay compromiso, ni valores, la gente actúa de oído y solemos hablar demasiado sin conocer los temas en profundidad, sin preparación alguna.
Cada día tengo más dudas de todo y no estoy apegado a ideología o partido alguno. Cada cosa tiene al menos dos caras que se excluyen: una afirma y la otra niega. La fe no me subyuga, por eso voy a seguir dudando de todo.
Ya te dije, Jaime, que no me canso porque me cuento lo que creo y, hasta que no me lo he contado, no sabía que pensaba eso.
*B.M.*
Comentarios
Publicar un comentario