*La libretita, Spotlight* 5


 En el lapsus de tiempo entre el viaje a Roma, que fue un fiasco, y una larga estancia hospitalaria por arritmias y descontrol del sueño, en 2005 se conoció la muerte de un compañero de clase, afectado también por los abusos del cura Marcelino, al final parece ser que fue suicidio. 

El rubio tuvo crisis muy fuertes. Cada noticia que se salía de la normalidad, era un calvario para El Rubio. 
Meditación. Yoga. Tai-Chi. Natación. Terapias de todo tipo. Comida sana, ejercicio moderado, paseos. Nirvana. Nada le calmaba. Desastre de vida. En cuanto salía de su pecera y algo desacostumbrado la atañía, recaída. 

Y nadie del clero dijo ni una palabra. 
 El Rubio tiene escrito un librito con una novela: “Mi vida perdida”, pero aún no me lo deja ver. 
 Fue a ver al Vicario general, Yago Llago, y este echó balones fuera. Dijo desconocer los hechos. Que no tenía datos. 
No me extraña. Menudo ejemplar el Yago. Tapando a su obispo y dando largas siempre. 
 
Cuando El Rubio vio Spotlight, la película de los abusos en Boston sobre el cura John Geoghan, acusado de haber abusado de más de 80 niños y vio la suma de dificultades para acusarle, volvió a recaer. 
No hay consuelo para los abusados. Es una pena y un infierno. Y mientras los obispos y curas deseando la muerte del Papa que un poco intentó dar luz al tema, y el clero de fiesta en fiesta, Magdalena, Fallas lo que sea que deje dinero. 
Continuará… Siempre con el permiso de El Rubio. 

 *B.M.*

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