*Recuerdos de Londres*

 Yoon, la coreana que a los coreanos no les gustaba y a los europeos nos parecía una diosa, con piel de porcelana, ojos preciosos, boca carnosa, todos íbamos detrás de ella. 

Siempre me ha gustado Dire Straits, y de ahí salió la facción especial que era Mark Knopfler. A Yoon también le gustaba.

En aquel tiempo compré dos entradas e invité a Yoon al estreno mundial de Golden Heart en el Royal Albert Hall. 

Esa chica era la perfección personificada. Vino vestida con el traje tradicional, fue algo sorprendente, espectacular. Al punto que Marck la hizo subir al escenario y le dedicó una canción. Todo era correcto y delicado en ella. 

Pasados los años conocí la historia de la manera de tocar la guitarra de Marck, éste fenómeno pertenecía a una familia muy humilde y cada año para Navidad pedía como regalo una guitarra eléctrica y cada año recibía un balón. Cuando iba a cumplir 12 años, esa vez en Navidad, llegó la guitarra. Mark, viendo el esfuerzo de sus padres por comprar la guitarra, no les dijo que hacía falta un amplificador para tocarla. Y aprendió a tocar la guitarra de una forma singular, pellizcando las cuerdas para poder oír el sonido. Es algo único y distintivo. Con Paco de Lucía, Eric Clapton y Jimmy Hendrix son los mejores guitarristas del mundo. 

Hay una canción de Knophler que me encanta, se llama Américan Héroe, la oigo y la utilizo para acontecimientos especiales para mí. Desde hace años es el sonido de llamada de mi teléfono. 

Nunca dejo de conectar mi estancia en Londres con la coreana Yoon y la música. 

Marck se hace mayor y yo con él… 

Pero me fascina lo de Yoon y creo que la coreana está barnizada con una materia indeleble y una sonrisa preciosa y una capacidad asombrosa para comer guindillas, ya ves!… Debe ser el secreto de sus labios rojos y su perenne juventud inmarchitable. 

Salud Yoon y gracias por tus momentos y tus enseñanzas para comer picante… 

Recuerdo con Proust el tintineo de tu voz y el sonido de las guindillas al partirse. 

 *B.M.*