*Gine*
Yo quería ser fontanero, lo tenía claro, porque en mi época moza, el hijo del fontanero Enrique, hacía chapucillas a espaldas de su padre, y siempre tenía dinero, y si te digo dinero, era dinero. Yo llevaba cinquenta pesetas en los bolsillos y Enrique llevaba quinientas o más, un pastón.
Pero mi padre quería que fuera médico, mi madre también por no llevarle la contraria, y como mi cabeza daba bastante de sí hice Medicina y la inclinación de mi época erótico-festiva me llevó a ginecología, que es una especie de fontanería -así lo entiendo yo- y me hice una clientela…como soy alto y rubio, estaba cantado. Cogí fama.
El caso es que voy por el tercer divorcio, me matan las caucásicas, rumanas o polacas.
Pero no se me va de la cabeza que mi vida en la fontanería primaria, hubiera sido lo esencial para mi salud mental y sexual.
Ahora ahogo mis penas, como puedo, con anís del Mico; ya me he decidido y he comprado acciones…para que todo quede en casa…
¡Consumid anís del Mico…que viene dando vidilla desde 1886!
*B.M.*
Comentarios
Publicar un comentario